El ruso Tagir Khaibulaev se afianzó como el gigante del judo en la categoría -100 kg al derrotar el jueves en la final al campeón defensor, con el apoyo en la grada del presidente Vladimir Putin, que también presenció a la joven brasileña Mayra Aguiar alcanzar un bronce.

Khaibulaev se impuso con un ippon (punto de muerte súbita) al mongol Tuvshinbayar Naidan que logró lanzándose bajo las piernas de su rival para levantarlo y estrellar su espalda contra el tatami.

Esta jugada maestra levantó de su asiento a Putin, quien asistió a las finales acompañado por el primer ministro británico, David Cameron.

Putin es un gran aficionado -y cinturón negro- de judo por lo que procuró encontrar un espacio entre las actividades oficiales de su visita a Londres para presenciar los combates finales de la jornada.

Al finalizar el torneo, se abrazó y se tomó fotos con Khaibulaev y los otros medallistas rusos Arsen Galstyan (oro en -60kg) e Ivan Nifontov (bronce en -90kg).

Putin puede estar orgulloso de sus judocas, que lideran el torneo de Londres-2012 y han conseguido las dos primeras medallas de oro que Rusia consigue como país independiente.

“Todo el equipo preparó los Juegos como un equipo. Nuestro plan era un plan de equipo”, subrayó Khaibulaev, uno de los dos únicos monarcas mundiales de la actualidad que han conseguido el oro en los Juegos.

En la última jornada, sólo Corea del Sur (2-0-1), Japón (1-1-3), Francia (1-0-2) y Brasil (1-0-2) pueden pasar por encima de Rusia en el medallero pero para ello deberán ganar las dos categorías de los pesos pesados el viernes.

El mongol Naidan perdió ante Khaibulaev la oportunidad de revalidar la medalla de oro que había conseguido en los Juegos de Pekín-2008.

En las peleas por los bronces de -100 kg se impusieron el alemán Dimitri Peters y el holandés Henk Grol.

La división femenina de -78 kg estuvo marcada por la inesperada irrupción de la británica Gemma Gibbons, que emocionó al público del centro ExCeL plantándose en la final pero cayendo finalmente ante la estadounidense Kayla Harrison.

Partiendo del número 42 del ránking, Gibbons fue capaz de batir en semifinales a la campeona mundial francesa Audrey Tcheumeo y de dar al Reino Unido su primera medalla en judo desde Sídney-2000 ante el fervoroso público de su ciudad.

“No tenía nada que perder. No era una de las favoritas pero pude llegar”, aseguró feliz en la rueda de prensa.

La británica, que también fue felicitada por Cameron, estaba agotada y resentida de una lesión en el hombro y no pudo frente a la calidad de la pujante Harrison, que une su primera medalla olímpica al campeonato mundial que logró en Tokio en 2010.

“Estaba nerviosa por enfrentar a una británica ante esta multitud pero estaba segura de que era mi día”, reconoció Harrison acariciendo el primer oro olímpico que conquista su país en judo.

La joven de Middletown (Ohio) reconoció que esta medalla tiene un valor especial para ella después de que tuviera que reconstruir su vida tras los abusos sexuales a los que su entrenador la sometió en su adolescencia.

“Aquello fue lo peor que me ha pasado. Esto no lo podría haber conseguido sin mi familia y mis compañeras de equipo”, agradeció.

Como hiciera en Tokio, la estadounidense volvió a apartar del oro a la ascendente brasileña Mayra Aguiar, que llegó a Londres como número uno mundial a sus 20 años.

Aguiar logró la tercera medalla para Brasil tras el oro de Sarah Menezes (-48 kg) y el bronce de Felipe Kitadai (-60 kg). El otro bronce femenino fue para la francesa Tcheumeo.

La gran decepción sigue siendo Japón, que volvió a fracasar este jueves con la eliminación de sus dos representantes en los octavos de final.

El torneo de judo de Londres-2012 celebrará su séptima y última jornada el viernes con la categoría femenina de +78 kg y la masculina de +100 kg, en la que se presentará el fenómeno francés Teddy Riner con sus inigualables cinco campeonatos mundiales.