Los policías de bajo rango de Bolivia, en su quinto día de motín, conformaron una dirección para pedir al gobierno un nuevo diálogo y plantearon la mediación de la estatal Defensoría del Pueblo y una ONG de derechos humanos, informaron sus voceros.

“Estamos prestos al diálogo, no queremos confrontación”, afirmó la sargento Esther Corzón, la nueva líder de los suboficiales que desconocieron a su dirigente Edgar Ramos, por haber firmado el domingo un acuerdo salarial inconsulto con el ministro de Interior, Carlos Romero.

Así, ratificó que las conversaciones deberán ser sobre cinco demandas básicas ya planteadas: incremento salarial, abrogación de una ley que sanciona la emisión pública de opiniones, jubilación con el 100% del salario, creación de la Defensoría del Policía y garantías para que los amotinados no sean sancionados.