Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Princeton (Estados Unidos) explica lo que pasaría si uno de los tantos agujeros negros primordiales atravesara la Tierra.

De acuerdo a esta investigación, no deberíamos temer, pues probablemente ni siquiera nos daríamos cuenta de lo sucedido. La única forma de notarlo sería usando la tecnología, ya que el núcleo del planeta vibraría y sería detectado por los sismógrafos como un sismo de una magnitud 4º.

Cabe precisar que los agujeros negros primordiales son aquellos que no surgieron por el colapso gravitatorio de una estrella, sino que se formaron por la extrema densidad del Universo cuando comenzó su proceso de expansión.

Se cree que la mayoría de estos microagujeros negros se evaporaron, sin embargo, habrían sobrevivido unos cuantos.

Eso sí, hasta ahora nadie ha sido capaz de detectarlos y a lo largo de la historia ya se han producido dos falsas alarmas de encuentro entre nuestro planeta y agujeros negros. En 1908, una extraña explosión que acabó con 2.000 kilómetros cuadrados de la estepa siberiana, en Tunguska, fue atribuida al impacto de un agujero negro, situación que después se descartó al comprobarse que el responsable fue un fragmento de cometa. Luego en 2003, se atribuyó algunos movimientos sísmicos al paso de un agujero, teoría que también se desechó.

En este sentido, los investigadores de Princeton encontraron un sistema para evitar estas falsas alertas y poder advertir cuando un miniagujero negro golpeara el planeta. En ABC.es explican que si esto último pasara es probable que se abriera un túnel microscópico, pero que ni siquiera lo notaríamos.

A diferencia de un temblor convencional, el sismo provocado por el impacto se percibiría en los sismógrafos de todo el mundo, pero no causaría daños.