Un millar de mujeres argentinas y venezolanas se querellarán en Francia por homicidio y lesiones involuntarias contra la empresa francesa PIP, que produjo prótesis mamarias defectuosas, informó este martes a la AFP el abogado de las demandantes, Ari Alimi.

El letrado precisó que representa a “un grupo de más de 500 víctimas argentinas”, defendidas por la abogada Virginia Luna, que también lleva implantes y “es la primera en personarse como acusación particular”.

Añadió que “está en contacto” con una asociación de mujeres venezolanas y que otras víctimas latinoamericanas, principalmente en Brasil y Colombia, podrían sumarse a la demanda que será presentada en la ciudad de Marsella (sur), donde PIP tenía su sede.

La carta que notifica las primeras acusaciones particulares a la juez de instrucción Annaick Le Goff, de Marsella, será enviada “esta semana”, precisó Alimi a la AFP.

Las denuncias sudamericanas se sumarán a las cerca de 2.500 recibidas la semana pasada por la justicia francesa.

Alimi añadió por la noche que había sido comisionado por Virginia Luna para solicitar ante las autoridades francesas y europeas la creación de un fondo especial de indemnización de las víctimas extranjeras”.

Según el abogado, “el 80% de las prótesis PIP fueron implantadas en América Latina”, subrayando que sólo en Argentina la cifra se elevaría a 15.000 operaciones.

Las demandantes latinoamericanas contemplan además la posibilidad de pedir explicaciones a la Agencia francesa de Productos de la Salud (Afssaps) y al laboratorio alemán TÜV Rheinland, organismo de certificación, advirtió Alimi, que dará una rueda de prensa el miércoles en su bufete de abogados en París.

El escándalo de los implantes PIP partió de Francia y tomó una dimensión internacional, ya que entre 400.000 y 500.000 mujeres en todo el mundo los portarían.

La empresa Poly Implant Prothèse (PIP) quebró en 2010 ante reiteradas denuncias de rupturas de sus prótesis.