Estados Unidos urgió este martes a la Organización de Estados Americanos (OEA) a analizar el estado de la democracia en Nicaragua luego de las pasadas elecciones, al mostrarse “seriamente preocupado” por las “irregularidades” detectadas en ese proceso.

“Este Consejo tiene el deber de considerar seriamente el estado de la democracia en Nicaragua”, afirmó la representante alterna de Estados Unidos, Julissa Reynoso, durante una reunión del Consejo Permanente, el órgano político de la OEA, en Washington.

Durante la reunión, el jefe de la misión de observación de la OEA en las elecciones del 6 de noviembre, el excanciller argentino Dante Caputo, hizo un informe verbal sobre las elecciones, en el cual denunció que su labor tuvo una “restricción seria” por trabas a los observadores.

Reynoso llamó a la misión de observación a emitir rápidamente su informe final para que sirva de base para “evaluar todas las respuestas disponibles, incluyendo iniciativas diplomáticas y de buenos oficios para determinar pasos que puedan reforzar la democracia en Nicaragua”.

Washington está “seriamente preocupado con las irregularidades en el reciente proceso electoral”, dijo Reinoso.

Ya el jueves pasado, el gobierno estadounidense había señalado falta de transparencia e irregularidades en las elecciones, lo cual reducía su confianza en los resultados.

El representante de Nicaragua, Denis Moncada, respondió que en su país se está “construyendo paso a paso la democracia que los nicaragüenses queremos y no la que alguien tenga que dictarnos”, mientras que Venezuela y Bolivia lo defendieron.

En su informe Caputo advirtió que el marco normativo electoral tiene “procedimientos con fallas estructurales que vienen de larga data”.

Caputo denunció que a los observadores de la OEA se les impidió el acceso en algunas mesas electorales, tanto al momento de la apertura como durante el escrutinio. “Esto constituye una alteración seria para nuestra evaluación e incumplimiento del acuerdo” alcanzado con las autoridades nicaragüenses, dijo.

La misión de observación de la Unión Europea (UE) había criticado por su parte la “falta de transparencia y neutralidad” de los comicios, en los que el presidente Daniel Ortega fue reelecto.

Caputo enumeró irregularidades encontradas por la OEA, como la no acreditación de grupos de observación locales, dificultades en la entrega de la cédula de identidad necesaria para votar y hechos aislados de violencia.

La OEA tiene “la obligación” de discutir este tema para “garantizar que las aspiraciones democráticas de los nicaragüenses están protegidas”, afirmó Reynoso.

El representante de Canadá, Allan Culham, lamentó que en la reunión se escuchara “una reiteración de los mismos problemas” de las elecciones municipales de 2008, que levantaron dudas en varios países por denuncias de fraude de la oposición nicaragüense.

“Lo que nos toca como Organización es apoyar esta sabia decisión soberana” del pueblo nicaragüense, dijo en cambio el embajador boliviano, Diego Pary.

El venezolano Roy Chaderton criticó a Estados Unidos por su “exhibicion de musculatura” que “pretende agredir con un sermón a un país que lo que está haciendo es construir una democracia con justicia social”.