El psicólogo de Red Salud de la Universidad Católica, José Pinedo, afirmó que el estrés de fin de año se debe principalmente a que se empiezan a acabar, progresivamente, los grados de libertad que existían cuando empezó la temporada.

“Esto significa que ya nos gastamos todas las posibilidades de dejar para después. Se limita la opción de ‘la próxima semana hago este trámite’ o ‘esta semana sí que ordeno la bodega’, ‘a fin de mes me hago el chequeo’”, expresó el especialista.

Comentó que al ver restringidas posibilidades de cumplir con lo planificado y con la emergencia de las responsabilidades y urgencias propias de la finalización -término de colegio y de estudios superiores, fiestas de fin de año, etcétera-, “comenzamos a sentirnos cada vez más superados y con una pérdida progresiva de la necesaria sensación que tenemos el control de nuestros asuntos y de los recursos para enfrentar las exigencias. En personas con más exigencias y menos recursos para afrontar, probablemente podrían hacer un cuadro de estrés o de angustia crónica”, dijo Pinedo.

Explicó que algunos, para enfrentar esta situación, prefieren no verla y seguir para adelante, de manera poco planificada y a la mayoría de las veces poco eficiente y menos efectiva.

“Lo que se recomienda es hacer listas con todo lo pendiente en todas las áreas de responsabilidad de nuestra vida, calendarizar los tiempos disponibles en semanas y meses (cada 2 meses), y distribuir las responsabilidades y temas pendientes, junto con los recursos necesarios (humanos, materiales y económicos) para poder llegar a fin de año de la manera lo más sana posible”, sostuvo el psicólogo.

Manifestó que el estrés es una reacción del organismo en situaciones en las que no se tiene control absoluto de la situación, por lo tanto cualquier esfuerzo que se trate de hacer para recuperar el control será necesario.

“Así, el fin de año se presenta como la oportunidad de concentrar las energías y dar lo mejor de sí en esta última etapa. El experto plantea que el estrés se combate compartiendo las preocupaciones con la familia, auto-convenciéndose que se está dando lo mejor de sí y focalizarse en cumplir los objetivos”, puntualizó el psicólogo.