El presidente boliviano, Evo Morales, abrirá el Palacio de Gobierno a un grupo de 20 indígenas de la Amazonía para iniciar un diálogo sobre sus demandas, la principal de las cuales es la suspensión definitiva de la construcción de una carretera que atravesaría un territorio protegido.

“Es un nuevo esfuerzo que estamos haciendo. Vamos a hacer un espacio para veinte personas y esperemos que esta vez no haya caprichos ni intransigencias”, dijo el ministro de Comunicación, Iván Canelas, al informar que una carta en ese sentido fue enviada a los dirigentes indígenas en vigilia en la Plaza de Armas, sede del poder Ejecutivo.

Los aborígenes dejaron plantado la mañana de este jueves a Morales, que los esperaba en las instalaciones de la vicepresidencia, pues el presidencial Palacio Quemado está siendo objeto de reparaciones y, por lo tanto, no puede albergar huéspedes.

Los nativos amazónicos, que llegaron este miércoles a La Paz tras caminar 600 km en 65 días en contra de la construcción de la carretera, solicitaron que el diálogo sea en casa de Gobierno y que a él pueda asistir un centenar de dirigentes.

Canelas afirmó que esta nueva invitación es una señal de la voluntad que tiene el gobierno para encontrar soluciones, puesto que en los dos últimos meses envió a los indígenas 36 cartas y 17 comisiones, integradas por 11 ministros para hacer viable el diálogo.