La ofensiva de los rebeldes libios lanzada para rodear Trípoli se enfrenta a la resistencia de las fuerzas leales al coronel Gadafi, en tanto Francia reconoció que envió “mensajes” al régimen libio, pero sin efectuar negociaciones directas.

El lunes, los rebeldes del suroeste efectuaron un ataque a unos 20 kilómetros de la línea del frente, mientras que desde la madrugada, los partidarios de Gadafi dispararon numerosos cohetes, constató un periodista de la AFP.

El objetivo de los rebeldes es Al Asaba, a 17 kilómetros del frente, última ciudad antes de Gharyan, punto de apoyo estratégico en la carretera a Trípoli.

Los disparos continuaron hasta mediodía. Según un médico de Kekla, Hussein Al Hachmi, unos treinta cohetes alcanzaron este poblado abandonado por sus habitantes.

“Nos preparamos para Al Asaba, no sabemos cuándo, pero habrá una batalla” muy pronto, declaró el coronel Juma Brahim, jefe del centro operacional militar para esta zona, interrogado en Zenten, principal ciudad de la región.

El domingo, las autoridades libias llevaron a los periodistas extranjeros a Al Asaba, para mostrar la preparación y la determinación de los habitantes, que juraron que las “ratas”, nombre que dan a los rebeldes, no pasarán.

El 6 de julio, después de varias semanas de estancamiento del conflicto, los insurgentes desencadenaron una ofensiva a partir de las montañas del suroeste de Trípoli, y se apoderaron de Gualich.

Al mismo tiempo, pasaron al ataque en la costa, avanzando hacia el centro de Zlinten, a 150 kilómetros al este de Trípoli.

En este frente, cuatro rebeldes murieron y otros 22 resultaron heridos en la noche del domingo al lunes en combates en los barrios de Zliten, a unos kilómetros del centro de la ciudad, según un comunicado de los insurgentes recibido el lunes por la AFP.

Francia reconoció que hacía llegar “mensajes” al régimen del coronel Gadafi, sin por lo tanto efectuar negociaciones directas, contrariamente a lo afirmado al diario argelino al Jabar por Saif al Islam, hijo de Gadafi.

“En realidad, efectuamos las verdaderas negociaciones con Francia y no con los rebeldes” libios, afirmó Saif al Islam, portavoz oficioso del régimen.

“No hay negociaciones directas entre Francia y el régimen de Gadafi, pero le enviamos mensajes, en relación con el CNT (Consejo nacional de transición, instancia política de la rebelión) y con nuestros aliados”, respondió el portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Bernard Valero.

“Dichos mensajes son simples y sin ambigüedades: toda solución política pasa por la salida de Gadafi del poder y su renuncia a todo papel político”, agregó Valero.

Sin embargo, el ministro francés de la Defensa, Gerard Longuet, dejó entender que Gadafi podría quedarse en Trípoli, después de un cese de las hostilidades y del comienzo del diálogo.

“Suspenderemos los bombardeos en cuanto los libios hablen entre ellos y en cuanto los militares de todos lados vuelvan a sus cuarteles”, declaró Longuet el domingo en la noche en la radio.

¿Y si el coronel Gadafi no se ha ido? “Estará en otra habitación de su palacio con otro título”, respondió Longuet.