El serbio Novak Djokovic, número dos de la ATP e invicto en lo que va de año, se presenta como la más seria amenaza en Roland Garros para el español Rafael Nadal, defensor del título y que podría perder incluso el número uno después del torneo a manos del balcánico.

Nadal afronta 2011 con el reto de igualar el récord de seis coronas en la tierra batida de París del sueco Bjorn Borg, pero ese objetivo ha quedado en un segundo plano, ante el gran momento de Djokovic, que está en el mejor momento de su carrera y parece imparable.

Tras conquistar la Copa Davis con Serbia en diciembre y el Abierto de Australia en enero, Djokovic ha continuado su racha y ha encadenado en 2011 37 victorias consecutivas, cuatro de ellas en finales ante Nadal (Indian Wells, Miami, Madrid, Roma).

Dos de ellas, las disputadas en Europa, fueron este mes y sobre polvo de ladrillo, la superficie predilecta del español y donde ha reinado con autoridad desde el año 2005.

“Probablemente el favorito es Djokovic”, afirmó el viernes Nadal, para quien al serbio le hace más fuerte el hecho de haber ganado en confianza. “Cuando ganas en confianza, mejoras y juegas mejor. Al mismo tiempo, con la victoria vas construyendo esa confianza”, subrayó.

Djokovic desbancaría a Nadal del número uno de la ATP ya si llega a la final, sea cual sea el resultado del español, incluso aunque revalide su título.

El serbio se ha convertido por lo tanto en el gran foco mediático a su llegada a París, donde parece en condiciones de romper la tiranía de Nadal y Roger Federer en los últimos años y abrir una nueva era en el tenis masculino, aunque él prefiere ser cauto.

“No me siento invencible y no creo que vaya a ser fácil. Nadie es invencible, eso está claro”, dijo Djokovic.

En el sorteo del viernes, el serbio salió peor parado y vio cómo el suizo Roger Federer (N.3), campeón en Roland Garros en 2009, quedó en su parte del cuadro y podría ser su adversario en las semifinales.

Pero los peligros para Djokovic podrían llegar antes, ya que empezará ante un rival incómodo, el holandés Thiemo De Bakker, y en dieciseisavos podría enfrentarse al argentino Juan Martín Del Potro (N.25), que participará finalmente en París tras recuperarse de un desgarro muscular.

Si consigue llegar a semifinales, Djokovic alcanzaría el récord de un mejor arranque de temporada, que hasta tiene el estadounidense John McEnroe, que ganó 42 veces seguidos en el inicio de 1984.

Para Nadal, que debutará ante el ‘gigante’ de 2,06 metros John Isner, el sorteo deparó un teórico cruce en octavos con el español Fernando Verdasco (N.16) y en cuartos ante el sueco Robin Soderling (N.5), el hombre que le eliminó en 2009 y al que ganó en la final de 2010.

Federer, liberado de presión, se siente cómodo en su inédito papel de ‘outsider’, confiando en poder lograr un gran resultado en Roland Garros, aprovechando que todos los focos mediáticos están sobre Djokovic y Nadal.

“Tengo menos presión que otros años, ante Rafa que quiere defender su título y Novak que viene con esta impresionante racha de victorias”, dijo el suizo, que comenzará frente al español Feliciano López.

Otros de los aspirantes a la victoria en París son el escocés Andy Murray (N.4), finalista en el último Abierto de Australia, el checo Tomas Berdych (N.6), semifinalista el pasado año y finalista en Wimbledon, o el español David Ferrer (N.7), un especialista en tierra batida.

El estadounidense Andy Roddick, el argentino David Nalbandian, el chileno Fernando González o los españoles Juan Carlos Ferrero y Tommy Robredo son algunas de las principales ausencias este año en el segundo Grand Slam anual.