Trece personas murieron y 110 resultaron heridas en enfrentamientos iniciados el martes por la noche entre cristianos coptos y musulmanes en un barrio pobre de El Cairo, en momentos en que las autoridades militares egipcias tratan de conducir la transición tras la sublevación que derrocó al presidente Hosni Mubarak.

Por otro lado, se registraron altercados en la capital el miércoles, entre egipcios armados con cuchillos y palos y centenares de manifestantes prodemocracia congregados en la plaza Tahrir de la capital egipcia, epicentro de las protestas que pusieron fin al poder de Mubarak.

El ejército restableció la calma en el noche.

El martes por la noche, musulmanes y coptos se enfrentaron en el paupérrimo barrio de Moqattam (este), habitado mayoritariamente por coptos, donde un millar de cristianos salieron a la calle para protestar contra el incendio que prácticamente destruyó una iglesia el fin de semana en el sur de la capital.

“Trece personas murieron”, indicó el ministerio de Sanidad el miércoles, revisando al alza un primer balance de 10 muertos.

El sacerdote Butros Rushdi afirmó que había visto siete muertos coptos y un musulmán, cuando intentaba defender a sus vecinos cristianos.

“Todos murieron baleados”, declaró el sacerdote Samaane Ibrahim. “Los heridos también lo fueron por bala”, agregó antes de acusar a “gamberros y salafistas” armados, que lanzaron cócteles Molotov contra las viviendas y los talleres de los cristianos, según el sacerdote.

Los servicios de seguridad aseguraron que cristianos y musulmanes se enfrentaron a pedradas, mientras el ejército había disparado al aire para dispersar a los manifestantes, según testigos.

Los cristianos, que representan el 6 a 10% de la población del país, y se dicen víctimas de discriminación y acoso, no escondían su resentimiento con el ejército, encargado de gobernar el país desde la salida de Mubarak, el 11 de febrero.

“Esperábamos que este ejército nos defendiera. Pero ahora sabemos que está en contra nuestra, como la policía”, decía el carpintero Saleh Ibrahim.

Las autoridades han prometido que reconstruirán la iglesia para tratar de reducir la tensión.

Por otro lado, en la Plaza Tahrir, epicentro de la sublevación, volvieron los enfrentamientos este miércoles cuando “vándalos pro Mubarak” atacaron y trataron de entrar en la plaza, donde se manifiestan decenas de ciudadanos para pedir reformas.

“Pudimos repelerlos con palos y piedras”, indicó a la AFP Muez Mohamed, un opositor.

Los enfrentamientos estallaron mientras tenía lugar una reunión del nuevo gobierno con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, órgano que dirige el país, para proponer una ley que penalice la incitación al odio, incluso con la pena de muerte, indicó la televisión egipcia.

El gobierno advirtió del riesgo de “contrarrevolución”, indicó la agencia oficial Mena, después de los altercados atribuidos a partidarios del ex presidente Mubarak.

Los Hermanos Musulmanes, el principal movimiento de oposición en Egipto, acusó a los partidarios de Mubarak de atizar la violencia e instó a los egipcios a “apoyar a las fuerzas armadas y al gobierno para que puedan cumplir los compromisos de la revolución”.