El gigante del automóvil japonés Toyota, que debió retirar para reparar cerca de 9 millones de vehículos defectuosos en el mundo, organizó una demostración en directo para defender su sistema electrónico acusado de mal funcionamiento.

Con esta operación realizada en su fábrica situada cerca de Los Ángeles y retransmitida por Internet, Toyota buscaba oponerse a las afirmaciones de un profesor de tecnología automotriz de una universidad de Illinois, David Gilbert, en el sentido de que los problemas de aceleración súbita de los coches Toyota y Lexus se deben a defectos estructurales en su sistema electrónico.

Gilbert había presentado los conclusiones de sus análisis ante una comisión parlamentaria el 23 de febrero último. Pero Mike Michaels, portavoz de Toyota, informó que el profesor Gilbert había “manipulado”, “cambiado los circuitos” y “reprogramado” el sistema electrónico de los vehículos analizados de un modo “que no ocurre en el mundo real”.

“No se puede modificar los ramales de un circuito y esperar que se comporte como fue concebido para que lo haga”, señaló Chris Gardes, profesor de ingeniería mecánica de Stanford (oeste), quien participó de la demostración de Toyota como experto “independiente”.

Gerdes dijo que temía que esas “malas interpretaciones” del profesor Gilbert “atizaran los temores del público y desencadenaran políticas públicas” indadecuadas.

El equipo de Toyota también calificó de “engañoso” un video de la cadena de televisión ABC News que escenificaba una aceleración involuntaria producida en un Toyota producido por el profesor Gilbert.

Los expertos del gabinete Exponent, convocados por Toyota para evaluar la fiabilidad de sus sistemas electrónicos reprodujeron en directo las aceleraciones súbitas del test de Gilbert e hicieron lo propio con una selección de vehículos estadounidenses, europeos y japoneses, y obtuvieron los mismos resultados que con los Toyota.

Michaels admitió sin embargo que “algunos vehículos experimentaron problemas tras las reparaciones” previstas en el marco de la operación de recepción de las unidades defectuosas. “En algunos casos eso se debió al hecho de que esas reparaciones no se realizaron en su totalidad”, señaló.

La ofensiva de Toyota se vio opacada horas más tarde cuando un modelo Prius aceleró sin control en una transitada autopista de California antes de que la policía lograra detenerlo, dijeron las autoridades locales.

James Sikes, 61, conducía en la interestatal 8 en las afueras de San Diego cuando notó que el auto aceleraba por su cuenta, dijo la Patrulla de Caminos de California. Sikes alertó a la policía, que luego detuvo el auto colocando un patrullero delante y reduciendo su velocidad.