Sudán del Sur permite a los combatientes “violar a mujeres a modo de salario”, denunció la ONU este viernes, que describió la situación de los derechos humanos en ese país en guerra como “una de las más espantosas” del mundo.

En Sudán del Sur se vive “una de las situaciones más espantosas del mundo para los derechos humanos, con un uso masivo de las violaciones como instrumento de terror y arma de guerra“, declaró el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, al presentar un informe de Naciones Unidas sobre la situación que se vive en ese país.

En su informe, la ONU asegura que “según fuentes fiables, las autoridades permiten a grupos aliados violar a mujeres a modo de salario“, siguiendo el principio de “hagan lo que puedan y tomen lo que quieran”.

“La escala y el tipo de violencias sexuales – que son por lo general cometidas por las fuerzas gubernamentales del Ejército Popular de Liberación de Sudán y sus milicias afiliadas – son descritos con detalles terribles, al igual que la actitud – casi casual pero calculada – de aquellos que han masacrado a civiles y destruido bienes y medios de subsistencia”, señala Zeid Ra’ad Al Hussein.

Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en julio de 2011 tras décadas de conflicto con Jartum, se encuentra inmerso en una guerra civil desde diciembre de 2013, cuando el presidente Salva Kiir acusó a su exvicepresidente, Riek Machar, de querer derrocarlo.

Más de 2,3 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y decenas de miles han muerto debido al conflicto y a las atrocidades cometidas por ambos bandos.

El informe de la ONU contiene relatos sobre personas, incluyendo niños y discapacitados, que fueron asesinadas, quemadas vivas, asfixiadas en contenedores, ejecutadas, colgadas o cortadas en pedazos.