¿Eres de aquellas personas que se sonrojan con facilidad? Aunque no lo creas esta reacción no es tan mala como parece ya que puede decir muchas cosas de nuestra personalidad.

Según el medio británico BBC Mundo, el psicólogo Ray Crozier de la universidad de Cardiff, descubrió, luego de entrevistar a muchas personas que pasaban por esta situación, que el hecho de sonrojarse tiene que ver con la posibilidad de exponer algo privado.

“El rubor puede ser una reacción fisiológica a la conmoción de que su secreto puede estar a punto de salir a la luz, incluso si es motivo de celebración”, explicó.

Por su parte Mark Leary, de la Universidad de Duke, basó su explicación en la reacción de los chimpancés. Cuando estos animales son de alto rango simplemente miran a sus subordinados cuando son agraviados tratando de decirles “fuera de mi espacio” a lo que el subordinado responde bajando la mirada y la cabeza como con vergüenza.

El lado “B” de sonrojarnos

Leary además explicó que la cara sonrojada es una forma de decir que queremos evitar una atención no deseada y eso también nos hace vernos menos presumidos, significa que no estamos pasando a llevar la autoridad de otro. Si te sonrojas por algún hecho externo algo así como la conocida “verguenza ajena” es una señal no hablada de que reconoces que algo está mal y que te sientes incómodo que alguien rompa las reglas establecidas.

La psicóloga Claudia Hammond explicó hace un tiempo a BBC que el sonrojo no se puede fingir, por lo que quienes se ponen colorados ante alguna situación son personas en las que se puede confiar sin tener ninguna sospecha. Además, la gente que se sonroja tiende a ser considerada más cálida que aquellos a los que no les sucede. Incluso, la vergüenza puede significar que eres una persona más altruista.

Así lo demostró Matthew Feinberg en la Universidad de Berkeley quien filmó a varias personas mientras recordaban una fechoría de su pasado y luego fueron puestos en frente de un papel que los juzgaba para mostrar cuan avergonzados estaban.

En otro experimento Feinberg concluyó que quienes se sonrojan con facilidad son mejor incluídos en los grupos de personas que aquellos que se veían tranquilos y calmados. Además, concluyó que la incomodidad de tener la cara roja puede aumentar la atracción sexual.

“Si están buscando una pareja a largo plazo, ponerse colorado podría indicar que eres alguien que no va a engañar”, dijo Feinberg