Pena de cárcel para el condenado por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, lesiones graves, gravísimas y daños, solicitó la familia de una de las profesoras angelinas que quedó en deplorables condiciones de salud tras ser víctima de dicho accidente que protagonizó un ex funcionario de la PDI en agosto del año pasado.

Gladys Rodríguez Jimenez de 48 años era una de las pasajeras del automóvil que la madrugada del 2 de agosto recibió el impacto de un vehículo que conducía Ramiro Pinto Chávez, quien iba borracho y contra el tránsito, hecho en el que María Loreto Romero perdió la vida, mientras que su colega, Ana Salazar, resultó con lesiones de carácter grave.

Han pasado 10 meses de ese fatídico episodio y la docente -ex Jefe de UTP del Colegio San Gabriel- permanece internada en un centro geriátrico donde está postrada, alimentándose por sonda, sin posibilidad de comunicarse verbalmente ni de volver a caminar.

Su madre, Gladys Jiménez, la visita a diario, pese a que hace dos semanas quedó viuda. Confiesa que no ha sido fácil ver a su hija en estas condiciones, ya que se caracterizaba por ser una mujer llena de vitalidad.

Con respecto a la lectura de sentencia en contra del ex inspector de la PDI, Ramiro Pinto Chávez, audiencia que se desarrollará este martes, Gladys sostuvo que como familia esperan se le pueda asignar una pena efectiva para que el hombre tome un escarmiento.

Sin embargo, lamentó que se exponga a una pena tan baja, considerando el daño que ocasionó y dado que la ley Emilia aún no entraba en vigencia.

Recordemos que las penas a las que se expone el condenado son tres años de cárcel, la suspensión de por vida de la licencia de conducir y el pago de una multa de ocho Unidades Tributarias Mensuales (UTM).