El ex presidente polaco y premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, declaró este viernes que los diputados homosexuales deberían sentarse en la última fila de los escaños parlamentarios, e incluso fuera del parlamento, porque sólo representan a una minoría.

Respondiendo a un periodista de un canal de televisión abierta, que le preguntó si los diputados homosexuales debían sentarse cerca del muro, en la última fila de bancas parlamentarias, dado que sólo representan a una minoría, Walesa, conocido por su ferviente catolicismo, respondió: “Sí, cerca del muro e incluso detrás del muro”.

“En todos los campo, les doy proporcionalmente lo que representan” en la sociedad, dijo el dirigente histórico de Solidaridad, el primer sindicato libre del mundo comunista.

“Nosotros respetamos a la mayoría, respetamos la democracia. La mayoría ha construido la democracia y ésta pertenece a la mayoría. Y tenemos una minoría que camina sobre la cabeza de la mayoría”, subrayó.

“No quiero que esta minoría, con la que no estoy de acuerdo -pero que tolero y entiendo-, se manifieste en la calle y haga girar la cabeza a mis hijos y nietos”, dijo.

“Soy de la vieja escuela y no pienso cambiar. Entiendo que hay gente diferente, diferentes orientaciones y que tienen derecho a su identidad. Pero que no cambien el orden establecido desde hace siglos. No quiero ni oír hablar de eso. Que lo hagan entre ellos y que nos dejen en paz a mí y a mis nietos”, dijo el ex mandatario, conocido por su lenguaje soez.

En la actualidad, un activista homosexual es miembro del Parlamento polaco y también hay una diputada transexual.

La Dieta, la cámara baja del Parlamento, rechazó a fines de enero tres proyectos de ley para permitir en Polonia, un país con mayoría católica, la unión civil para las parejas homosexuales y heterosexuales.