Los dos políticos europeos que viajaban en el auto que se estrelló en Cuba hace ocho días falleciendo el opositor cubano Oswaldo Payá confirmaron este lunes que se trató de un accidente sin participación de otro vehículo como lo afirmó la familia del disidente.

“A nosotros no nos dio ningún vehículo por la parte trasera, simplemente yo iba conduciendo, me encontré ante un bache y tomé las precauciones de cualquier automovilista (frenar)”, declaró el español que conducía el vehículo, Angel Carromero, de 27 años, en un video entregado por las autoridades cubanas a la prensa.

En tanto, el sueco Jens Aron Modig, también de 27 años, dijo personalmente ante la prensa: “No tengo recuerdo que haya habido algún otro auto involucrado en este accidente”.

Según La Habana, ambos estaban desarrollando actividades políticas ilegales tras ingresar a la isla con visas de turismo. Los dos se encuentran bajo custodia de las autoridades cubanas desde que salieron del hospital un día después del accidente el 22 de julio en una ruta cerca de Bayamo (744 km al sureste de la capital).

En el accidente también pereció el opositor cubano Harold Escalante, de 31 años.

El gobierno cubano divulgó el viernes un informe que sostenía que el auto en que viajaba Payá, un ferviente católico de 60 años y Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo, se estrelló por exceso de velocidad contra un árbol y no por la intervención de otro vehículo como lo afirmaron familiares del disidente cubano.

Ofelia Acevedo, viuda de Payá, rechazó la versión oficial. “Rechazo ese informe porque es el informe oficial del gobierno de Cuba y porque no he tenido ningún acceso a esa información que dicen ellos tener” declaró Acevedo el sábado a la AFP.

En el video presentado este lunes, Carromero, dirigente de la rama juvenil del derechista Partido Popular de España, dijo que el choque fue accidental. “Le pido a la comunidad internacional que por favor se centre en sacarme de aquí y no en utilizar un accidente en tránsito, que podría haberle pasado a cualquier persona, con fines políticos”.

Carromero está expuesto a ser procesado en Cuba y arriesga una pena de hasta 10 años de prisión.

“La última vez que miré (el velocímetro) efectivamente iba a 80 km/h, pero cuando tuve el accidente no miré el cuentakilómetros, (por) lo que no puedo precisar de manera exacta a qué velocidad iba”, dijo Carromero.

“Frené porque vi el cambio (de pavimento), el bache y la arena, entonces accioné el freno, perdí el control del coche porque habíamos entrado en una zona con grava y perdí la estabilidad y la dirección ya no funcionaba, y no pude mantener el coche y ya no recuerdo más”, añadió el español.

Modig, líder de la juventud Demócrata Cristiana de Suecia, negó haber enviado mensajes de texto por su celular denunciando el ataque de otro vehículo en la ruta antes del accidente, como lo afirmó Rosa María Payá, hija del disidente.

“No recuerdo (haber enviado mensajes antes del choque), yo sencillamente estaba informando que me encontraba bien después del accidente”, dijo Modig.

“Envié mensajes de texto, no sé a cuantas personas después del accidente, lo hice durante mi estancia en el hospital, pero no a la hija del señor Payá”, añadió Modig, quien dijo que su visita a Cuba tenía tres propósitos políticos.

“Tenía tres objetivos que cumplir: el primero reunirme con el señor Oswaldo Payá y hacerle entrega de algún dinero. El segundo objetivo era reunirme con algunos de los miembros del movimiento del señor Payá para intercambiar experiencias y el tercer objetivo era que si el señor Payá deseaba viajar hacia algún lugar, debíamos ayudarlo y acompañarlo en ese viaje”, dijo Modig.

“Tengo entendido que estas actividades no son legales en Cuba, y desearía disculparme por haber venido a este país a realizar actividades ilícitas”, indicó Modig.

“En este caso mis disculpas son honestas, todos los cubanos con que me he reunido aquí en Cuba, que he encontrado, han sido amables, me han tratado bien”, dijo Modig cuando se le preguntó si podría cambiar su testimonio una vez que estuviera fuera de Cuba.

El sueco dijo que había traído a Cuba cuatro mil euros (casi 5.000 dólares) para entregar a disidentes. Contó que en su primer viaje a Cuba, en diciembre de 2009, también se reunió con opositores y les entregó dinero y equipos, que no precisó.

Un funcionario cubano dijo este lunes que Payá, Cepero y los dos europeos viajaron al sureste de Cuba para contactar a opositores.

Los dos europeos “pretendían entre otros objetivos, contactar a grupúsculos de la contrarrevolución interna en la provincia de Santiago de Cuba para proporcionarles financiamiento”, dijo Gustavo Machín, director del Centro de Prensa Internacional, un departamento de la cancillería cubana.

“De igual forma se conoció que pretendían crear una organización juvenil del Movimiento Cristiano Liberación” (creado por Payá), agregó.