Con una carga de 1.21 gigawatts -lo que genera una temperatura de 30 mil grados celsius, es decir 5 veces superior a la superficie del sol- los rayos son una de las más impresionantes manifestaciones de poder de la naturaleza.

Sin embargo con una duración de apenas una fracción de segundo, observar en detalle su esplendor se convierte en una tarea prácticamente imposible.

Por eso, el fotógrafo Tom Warner se dio a la tarea de tomar una exposición de un rayo, con una velocidad de obturación de nada menos que 7.207 fotogramas por segundo, logrando retratar en toda su magnificencia el flujo de energía eléctrica por la atmósfera.

Todo un espectáculo en cámara lenta.