Los islamistas armados que controlan el norte de Malí siguieron este domingo destruyendo mausoleos de santos musulmanes en la ciudad de Tombuctú, al día siguiente de la destrucción de tres sitios similares de esta mítica ciudad, indicó a la AFP un testigo.

Una decena de miembros del movimiento islamista Ansar Din fueron hasta el cementerio de Djingareyber, “situado en el sur de Tombuctú, donde hay mausoleos”, dijo el testigo a la AFP.

“Van hacia el mausoleo de Sheij el Kebir, lo están destruyendo”, dijo el testigo.
“Gritaron “¡Dios es grande!” y dijeron que iban a destruir los mausoleos”, relató.
El testigo añadió que muchos habitantes asistían impotentes a la operación de demolición del mausoleo, construido con tierra como casi todos los edificios de esta ciudad situada al filo del desierto. “Es doloroso, pero no podemos hacer nada. Los ‘locos’ están armados”, añadió.

El sábado, en pocas horas, los milicianos de Ansar Din destruyeron tres mausoleos de Tombuctú: los de Sidi Mahyud (norte de la ciudad), Sidi Moctar (noreste) y Alpha Moya.

Ansar Din hizo saber que todos los mausoleos de Tombuctú serían destruidos después de que el jueves la UNESCO los inscribiera en la lista de patrimonio mundial en peligro. El grupo dijo que no reconoce a esa organización de Naciones Unidas y que actúa “en nombre de Dios”.

La agencia de la ONU estimó que la presencia de los islamistas ponía en peligro la ciudad, que cuenta en total con 16 cementerios y mausoleos y se conoce como “la ciudad de los 333 santos”, en referencia a las personas veneradas de su pasado que yacen en ella.

El gobierno maliense pidió este domingo a la ONU que tome medidas para proteger los mausoleos de Tombuctú.

“Malí exhorta a la ONU a tomar medidas concretas para poner fin a esos crímenes contra la herencia cultural de la población”, declaró la ministra maliense de Artes, Turismo y Cultura, Fadima Touré Diallo, en una reunión de la UNESCO en San Petersburgo.

Por su lado, Marruecos reclamó “una intervención urgente” de los Estados islámicos y de la comunidad internacional para proteger el rico patrimonio de Malí.

Tombuctú fue fundada entre el siglo XI y el siglo XII, según los documentos, por tribus tuareg.

Fue un gran centro intelectual del islam y una antigua metrópolis mercantil próspera gracias a las caravanas.

Sus tres grandes mezquitas, pero sobre todo decenas de miles de manuscritos, algunos de los cuales datan de la era anterior al islam, son un testimonio de su antiguo esplendor y de su edad de oro en el siglo XVI.

La Tumba de los Askia, edificada en 1495 en la región de Gao, incluye un sepulcro piramidal y una mezquita.

El norte de Malí escapa al control del gobierno de Bamako desde el golpe de Estado militar del 22 de marzo, que derrocó al presidente Amadou Toumani Touré.

Tras el golpe, los grupos islamistas radicales Ansar Din, Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) y MUJAO tomaron el control de las tres regiones administrativas del norte de Malí (Tombuctú, Gao y Kidal), después de doblegar a los rebeldes tuareg, quienes también están presentes en la zona.