La oposición anunció que no apoyará en el congreso el proyecto de flexibilidad laboral propuesto por el gobierno. Las bancadas opositoras coincidieron en un rechazo generalizado a la iniciativa y anticiparon que sus votos no están disponibles para aprobarla en el Congreso.

El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, aseguró que el proyecto es una bofetada frente a los intentos por entablar un diálogo con el gobierno. “Es claramente una contradicción a ese espíritu”, declaró el dirigente.

El senador demócrata cristiano, Eduardo Frei, también se sumó al rechazo opositor hacia la fórmula del Gobierno para enfertar los efectos internos de la crisis económica internacional.

Para el senador Guido Girardi, en lugar de plantear flexibilidad laboral, La Moneda debiera promover reformas legales para terminar con la tercerización abusiva del trabajo, promover la sindicalización automática, extender la negociación colectiva y establecer un salario mínimo digno.

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, opinó que es aberrante que el gobierno pretenda expropiar las remuneraciones de los trabajadores como fórmula para enfrentar la crisis.

Por su parte, el presidente del Movimiento Amplio Social (MAS), Alejandro Navarro, advirtió que la iniciativa de flexibilidad laboral planteada por el gobierno no tiene viabilidad alguna en el poder legislativo.

En tanto, el presidente del Senado, el socialista Camilo Escalona, dijo que la iniciativa implica costo cero para los empresarios y es una piedra en el zapato para cualquier posibilidad de establecer un clima constructivo. Para finalizar, acusó a los ministros de hacienda y del trabajo, Felipe Larraín y Evelyn Matthei, de pretender crear un paraíso para los malos empleadores.