Un gasoducto fue saboteado el lunes por un “grupo terrorista” en la provincia de Homs, en el centro de Siria y en las cercanías a la frontera con el Líbano, anunció la agencia oficial de noticias Sana.

Dicho ataque provocó un escape de unos 460.000 metros cúbicos de gas, agregó la agencia Sana.

Desde marzo de 2011, cuando comenzó la rebelión contra el régimen del presidente Bashir al Asad, se registraron varios ataques contra infraestructuras energéticas.

El gobierno acusa a grupos armados vinculados al extranjero de querer instaurar el caos en el país lanzando ataques contra las infraestructuras y las fuerzas del orden.

La oposición, por su parte, afirma que el poder está involucrado en los ataques contra las infraestructuras.

Por otra parte, seis agentes de seguridad y cuatro civiles murieron este lunes en enfrentamientos en Hirak, en la provincia de Deraa, considerada la cuna de la revuelta contra el gobierno de Bashir al Asad, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Soldados disidentes atacaron el lunes un microbús que transportaba a seis agentes de seguridad que iban a cumplir órdenes de arresto en Hirak, matando a todos los pasajeros. Luego, dos tanques entraron a la ciudad y abrieron fuego, matando a tres civiles”, precisó esta organización opositora, cuya sede se encuentra en Gran Bretaña.

En Saida, en la misma región, un civil murió a causa de disparos, según la misma fuente.