Durante mucho tiempo se ha señalado que los perros, no se pueden comunicar y que mucho menos existe capacidad de entendimiento. Pero según una investigación publicada por Current Biology, la receptividad comunicativa canina es similar a la de 6 meses a 2 años de edad.

El estudio arrojó que los perros no sólo captan las palabras que decimos sino que también nuestra intención.

“Evidencias crecientes apoyan la idea de que los seres humanos y los perros comparten algunas habilidades sociales, y el funcionamiento social-cognitivo de los perros se asemeja al de un niño de 6 meses a 2 años de edad en muchos aspectos”, explicó József Topal, responsable de la investigación, quien agregó que “la utilización de señales ostensibles es una de estas características: los perros, así como los bebés humanos, son sensibles a las señales que indican la intención comunicativa”. Esas señales incluyen el abordaje verbal y el contacto visual.

Para llegar a esta conclusión, se mostró a un grupo de perros, una grabación en video de una persona dirigiéndose a una maceta de plástico, mientras un rastreador ocular capturaba información sobre las reacciones de los caninos. En una primera instancia una de las personas miró directamente al perro, dirigiéndose a él en una voz aguda que decía “¡Hola perro!”. En la segunda, la persona dijo lo mismo en un tono bajo y evitó el contacto visual.

Los resultados muestran que los animales eran más propensos a seguir las imágenes y mirar a la maceta cuando la persona expresaba una intención comunicativa. “Nuestros hallazgos revelan que los perros son receptivos a la comunicación humana de una manera que se ha atribuido hasta ahora solo a los bebés”, indicó Topal.

Cabe destacar que es el primer estudio en utilizar técnicas de seguimientos de los ojos para analizar las habilidades sociales de los perros. “Fuimos capaces de obtener una mirada de primera mano de la forma en que sus mentes están trabajando. Creemos que el uso de esta nueva tecnología de seguimiento ocular puede darnos muchas más sorpresas”, dijo el investigador.

Así que nunca más ridiculices a una persona por hablar con su mascota, así como nadie se ríe de alguien que habla con un bebé ;).