Brasil canceló el registro sanitario de las polémicas prótesis mamarias francesas PIP, cuya comercialización estaba suspendida desde 2010, informó la máxima autoridad sanitaria este viernes.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) adoptó la decisión con base en los controles de las autoridades francesas, que determinaron que los implantes contenían una silicona distinta de la autorizada y con riesgo potencial para la salud en caso de ruptura.

Brasil ya había suspendido su distribución en 2010. El país importó 34.631 implantes, de los cuales 24.534 fueron comercializados.

Las otras 10.097 prótesis no alcanzaron a ser comercializadas y serán recogidas por las autoridades, agregó Anvisa.

Asimismo, el organismo recomendó a las mujeres con implantes de la marca Poly Implant Prothèse (PIP) que se sometan a una evaluación médica para descartar cualquier riesgo.

La silicona utilizada en esas prótesis puede provocar irritación en caso de romperse, según los exámenes realizados por las autoridades francesas, que por ahora descartaron riesgo de toxicidad y cáncer.

En Francia, fueron reportados ocho casos de cáncer en mujeres con prótesis PIP, aunque hasta el momento no se ha podido establecer ninguna relación causal.

El gobierno francés recomendó la semana pasada retirar “a título preventivo” los implantes PIP de unas 30.000 mujeres, aunque aclaró que no hay pruebas de que las prótesis aumenten el riesgo de cáncer. El gobierno venezolano también retirará gratuitamente, a las mujeres que lo soliciten, los implantes PIP.

La empresa PIP llegó a fabricar 100.000 prótesis mamarias al año y exportaba casi el 84% de su producción a Sudamérica, España y Gran Bretaña. En 2010, la firma entró en colapso ante reiteradas denuncias de rupturas de los implantes.

Al igual que Brasil, las autoridades de Argentina, Ecuador, Chile y Colombia prohibieron la comercialización de ese producto.