Entre las grandes movilizaciones sociales registradas durante el 2011, una de los protagonistas fue la causa en contra de la construcción de las centrales en Punta de Choros e Hidroaysén, movilizando a grandes grupos a través de las redes sociales y saliendo a las calles en forma masiva en el caso de la segunda.

Un estudio realizado por la Universidad Andrés Bello en los principales puntos de concentración poblacional del país (Región de Valparaíso, Metropolitana y del Bío-Bío), midió a través de una serie de preguntas el interés práctico de la ciudadanía respecto del uso de instrumentos que permitan cuidar el medio ambiente, según publica La Tercera.

A juicio de los autores del estudio, lo más relevante es la dicotomía existente entre el alto compromiso con la conciencia medio ambiental (el 64% de los chilenos se pone nota entre 6 y 7), contrastando con las medidas que cada uno tomaría si eso le significara un perjuicio respecto de sus actuales costumbres.

Un ejemplo de esto es el poco interés (18%) en la Región del Bío-Bío para dejar la leña como combustible para la calefacción, esto especialmente en una zona donde sigue posicionado como un medio para capear las bajas temperaturas, lo que registra una gran diferencia en comparación a las otras dos regiones que lo utilizan en menor cantidad, pues en ellas un 77% en promedio estaría dispuesto a dejarlo.

Por otra parte ante la pregunta ¿cuánto más pagaría por un producto que cuida el medio ambiente?, un 28% expresa que no desembolsaría nada, mientras que un 46% señala que hasta un 10% más del actual valor.

También entre las conclusiones no deja de llamar la atención de los especialistas el hecho de que, al consultar a las personas sobre lo que se deberían hacer las centrales -sin importar de qué tipo- para producir energía en los próximos cinco años, la respuesta mayoritaria (40%) apunta a que se deben construir más generadoras de energía, mientras que un 37% opta por que se mantengan las que ya están en funcionamiento y un 22% se inclina por aumentar “mucho” la cantidad de centrales.

Quienes analizaron los datos argumentaron que a medida que se masifican las “causas sociales” relacionadas al medio ambiente, se acentúa la diferencia existente entre el discurso y la práctica, siendo patente esto en el uso de las ampolletas de ahorro de energía, que son utilizadas por el 89% para ahorrar dinero, por un 10% por ser amigables con el medio ambiente y por un 1% por que están de moda.