Una pequeña minoría de los adolescentes estadounidenses participan en el ‘sexting’, o envío de imágenes sexuales por teléfono o correo electrónico, y pocos de estos violarían las leyes contra la pornografía, indicó un estudio el lunes.

El estudio publicado en la revista Pediatrics revela que un 2,5% de los jóvenes encuestados participaron en ‘sexting’ en el último año, pero sólo 1% involucró imágenes que pueden violar las leyes de pornografía infantil, que mostraban “pechos, genitales o nalgas”.

Según los investigadores, las preocupaciones sobre la práctica del ‘sexting’, sobre el tapete después del escándalo que involucró a un congresista estadounidense, parecen ser exageradas.

“Mucha gente puede enterarse de estos casos descubiertos en las escuelas y por los padres, ya que generan escándalo, pero aún así implican a una minoría muy pequeña de jóvenes”, dijo la autora principal del estudio, Kimberly Mitchell, del Centro de investigación de delitos contra niños de la Universidad de New Hampshire (noreste).

Los investigadores encuestaron a 1.560 usuarios de internet de entre 10 y 17 años sobre sus experiencias con el ‘sexting’, consultándolos tanto sobre aparecer, crear o recibir imágenes sexuales o videos a través del teléfono móvil o de internet.

En un segundo estudio, los investigadores descubrieron que la mayoría de los casos de ‘sexting’ investigados por la policía no terminaron con jóvenes detenidos.

Hubo arrestos en 36% de los casos de ‘sexting’ agravados por otras actividades, como el uso de imágenes para chantajear o acosar a otros jóvenes. En los casos sin elementos agravantes, la tasa de arrestos fue del 18%.

El segundo estudio se basó en una muestra nacional de 675 casos de ‘sexting’ recopilados por diferentes agencias de aplicación de la ley. El estudio también encontró que los pocos adolescentes sometidos al registro de delincuentes sexuales generalmente habían cometido otros delitos graves como asalto sexual.

“La mayoría de las agencias de aplicación de la ley manejan estos casos de ‘sexting’ de una manera reflexiva y no tratan a los adolescentes como delincuentes sexuales o autores de pornografía infantil”, dijo la autora principal del estudio, Janis Wolak.

En ambos estudios, los investigadores hallaron que las imágenes sexuales de los jóvenes rara vez se distribuyeron ampliamente en línea como temían muchos padres, otros jóvenes y autoridades.

En la encuesta de adolescentes, el 90% de los jóvenes dijo que las imágenes creadas no fueron más allá del destinatario.

Incluso en los casos en que las imágenes captaron la atención de la policía, las dos terceras partes se mantuvieron en los teléfonos celulares y no circularon en línea.