Estados Unidos, “gravemente preocupado”, reaccionó este martes a la ola de inmolaciones de tibetanos y le pidió a China que respete sus derechos.

“Urgimos a China y sus líderes a respetar los derechos de los tibetanos, ocuparse de ciertas políticas que crearon tensión en estas regiones tibetanas y proteger la identidad lingüística y cultura religiosa única de los tibetanos”, dijo el portavoz del departamento de Estado, Mark Toner.

El presidente estadounidense, Barack Obama, había desafiado en julio las advertencias de China al recibir en la Casa Blanca al Dalai Lama, transmitiéndole su “apoyo” a favor de los tibetanos.

Una novena inmolación, en este caso por primera vez de una monja, ocurrió en una zona de población tibetana de una provincia del sudoeste de China donde gana amplitud un movimiento de protesta de religiosos dispuestos a morir.