La mayoría de los brasileños admite que recibió o dio palmadas o golpes correctivos a sus hijos y se opone a un proyecto de ley del gobierno que prohíbe los castigos físicos a los niños, según una encuesta divulgada este lunes por el diario Folha de Sao Paulo.

El sondeo de la empresa Datafolha indica que 54% de los entrevistados se oponía al proyecto de ley planteado por el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (izquierda) contra un 36% que acepta la propuesta.

La encuesta abarcó a 10.905 personas de todo el país y tiene un margen de error de más o menos 3%.

De acuerdo con el estudio, un 72% de los brasileños consultados aseguró haber sufrido castigos físicos durante su infancia contra 28% que sostuvo que nunca fue golpeado.

A su vez, el 58% sostuvo que alguna vez golpeó a su hijo frente a 38% que nunca lo hizo. Las madres se mostraron más afectas a dar palmadas u otros castigos con 69% contra 44% de los padres.

El proyecto de ley enviado por Lula este mes al Congreso modifica el denominado Estatuto del Niño y el Adolescente (ECA).

Así se establece “el derecho del niño y del adolescente a ser educados y cuidados sin el uso de castigos corporales o de tratamiento cruel o degradante” como cachetadas, palmadas, pellizcones u otros actos que resulten en lesión o dolor para los menores.