Una evasión tributaria que bordea los 650 millones de pesos, tan sólo en el año 2009, motivó al Servicio de Impuestos Internos a querellarse en contra de administradores de casinos informales.

Una significativa señal, en orden a regularizar la tributación y terminar con la evasión de impuestos, dio el Servicio de Impuestos Internos al interponer tres querellas criminales en contra de importadores, operadores y representantes legales de negocios de tragamonedas que no pagan el IVA.

Se trata de tres de los más importantes administradores de estas casas de apuestas mecanizadas, según algunos verdaderos casinos, que se han desparramado por todo el país sin que aún no haya una normativa clara respecto de ellos.

Las acciones legales tienen como base declaraciones de impuestos mensuales de esos contribuyentes que “no consignaron el total de los ingresos provenientes de la explotación de su actividad comercial de máquinas de entretención”, pagando un impuesto “menor a lo debido”, tal como señaló en sus querellas el Servicio de Impuestos Internos.

En total, la defraudación fiscal alcanzaría a los 650 millones de pesos, sólo en 2009, y se habría constatado diferencias de hasta un tres mil 500% entre los montos realmente recaudados y los consignados en los libros de compra y venta de las declaraciones de los contribuyentes.

En relación a este hecho, el integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, el diputado de la DC Pablo Lorenzini, felicitó a Impuestos Internos por el trabajo que está haciendo para agregar fondos a la reconstrucción a través de evitar la evasión, y precisó que la indefinición en que se mueve esta actividad de los casinos informales es algo pendiente que en el Congreso debe ser abordado.

Las penas que arriesgan los querellados son privativas de libertad y de pago de multas en dinero. Las de cárcel pueden ir de los 541 días a los cinco años y un día, en tanto que las pecuniarias pueden ir del 50 al 300 por ciento del valor de los impuestos evadidos.