Los científicos llamaron Leviathan Melvillei en honor a Herman Melville y a su novela “Moby Dick” al cachalote gigante que vivió hace doce millones de años y cuyos restos han sido descubiertos en Perú, según un estudio publicado este miércoles.

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Es “el mayor cachalote fósil conocido” y tiene unos “dientes colosales”, de hasta 36 cm de longitud, “10 cm más que los dientes más grandes de los cachalotes actuales”, explicó a la AFP Olivier Lambert (Museo Nacional de Historia Natural, París), principal autor del estudio publicado en la revista científica Nature.

Gracias a una mandíbula tan potente, con dientes largos y de hasta 12 cm. de diámetro, hubiera podido impedir los intentos de huida de las ballenas barbadas, sus supuestas presas.

Los restos fósiles de Leviatán fueron descubiertas en excavaciones organizadas, en noviembre de 2008, en el desierto costero de la región de Ica (sur de Perú) por un equipo de paleontólogos de los museos de historia natural de Rotterdam, París, Pisa, Lima y Bruselas.

Hasta ese momento, de este tipo de cachalote se habían hallado “dientes aislados, muy grandes”, sobre todo en Chile, “no muy lejos de los emplazamientos donde excavábamos” con la esperanza de encontrar un cráneo, señala Olivier Lambert.

Su equipo pudo descubrir una “mandíbula inferior, buena parte del cráneo y dientes”, pero, lamenta, nada del esqueleto aparte del cráneo.

Por lo tanto, la talla de Leviatán es una estimación: con un cráneo de tres metros de longitud, la largura total del cuerpo es de 13,5 a 17,5 m, “más o menos la talla del gran cachalote actual”, según Lambert.

Sus presas potenciales, las ballenas barbadas, habrían sido “bastante pequeñas”, de 7 a 8 metros.

Este superpredador del medio marino hace 12 o 13 millones de años tenía un competidor: “un tiburón gigantesco, mucho mayor que el actual tiburón blanco, que debía alcanzar tallas de 12 a 15 metros”, explica el científico.

Leviatán y otros grandes cachalotes que utilizaban sus dientes para atrapar sus presas han desaparecido hace millones de años. En cambio, los cachalotes cazadores de calamares -que aspiran las presas enteras- han sobrevivido hasta ahora, con el gran cachalote (Physeter).