Ser muy limpio, ordenado y perfeccionista no es sinónimo de tener TOC, pues es mucho más que eso y provoca mucho sufrimiento a quienes lo padecen.

El TOC o Trastorno obsesivo compulsivo es “un patrón de pensamientos y miedos irracionales (obsesiones) que te hacen tener comportamientos repetitivos (compulsiones)”, explica la Clínica Mayo de Estados Unidos, donde enfatizan que “estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan mucha angustia”.

“Tal vez intentes ignorar o detener tus obsesiones, pero eso sólo aumenta la angustia y la ansiedad. En última instancia, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para intentar aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos para ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que te molestan, estos vuelven una y otra vez”, señala el famoso centro hospitalario, agregando que “esto produce un comportamiento más ritualista: el círculo vicioso del TOC”.

Una de las formas más comunes de TOC es el miedo a contaminarse con gérmenes. Quienes tienen este pensamiento obsesivo, suelen lavarse las manos compulsivamente hasta incluso quedar adoloridos o con heridas. Además estas personas suelen sentir angustia y vergüenza por su padecimiento, dice la Clínica Mayo.

Además, el portal Chile Psicólogos, indica que si bien se presenta en hombres y mujeres de cualquier edad, “es más frecuente verlo en hombres entre los 15 y 25 aproximadamente. Aparece con más frecuencia en hijos de padres muy sobreprotectores y en miembros de familias muy aglutinadas”.

¿Cómo identificar un TOC?

Desde la Clínica Mayo señalan que si bien el trastorno obsesivo-compulsivo suele incluir obsesiones y compulsiones, “también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de compulsión”.

“Puedes darte cuenta o no de que tus obsesiones y compulsiones son excesivas o no razonables, pero te consumen muchísimo tiempo e interfieren en tu rutina diaria y en tus actividades sociales o laborales”, expresan.

“No podía tocar ninguna puerta o mostrador en áreas públicas. Sabía que no tenía mucho sentido, pero estaba aterrorizado de contagiarme de algún germen que pudiese matarme. Casi ni podía ir a lugares públicos, estaba tan asustado. Si pensaba que había tocado algo, tenía que lavarme las manos por horas. En ocasiones, me lavaba tanto que mi piel se ponía roja y como en carne viva y sangraba”.
- Relato Anónimo recogido por Instituto Salud Mental EE.UU.

¿Cuándo se habla de obsesiones?

Se habla de obsesiones del TOC cuando se hace referencia a “pensamientos, impulsos o imágenes repetidos, persistentes e indeseados, que son invasivos y provocan angustia o ansiedad”.

Asimismo, cuando el afectado intenta ignorarlos o deshacerse de ellos ejecutando un ritual o comportamiento compulsivo. “En general, estas obsesiones te invaden cuando intentas pensar o hacer otras cosas”, añade.

Ejemplos de obsesiones son: temor a la contaminación o a la suciedad; necesitar que las cosas estén ordenadas simétricamente; pensamientos agresivos u horrendos sobre lastimarte o lastimar a otros; pensamientos indeseados de índole agresivo, religioso o sexual.

Pixabay (CCO)
Pixabay (CCO)

“Las obsesiones incluso pueden no ser acciones físicas con el entorno, sino que también pueden ser ejercicios mentales, como por ejemplo pensar repetitivamente en ciertas palabras o sonidos, o evitar pensar en ciertos temas por que son de carácter inmoral como por ejemplo la sexualidad o el asesinato (lo cual provoca el efecto contrario, que consiste en sobre pensar en esos temas). Pueden existir también temores obsesivos como la idea de poder hacerles daño a los demás o la idea constante de estar ante un daño inminente (una catástrofe por ejemplo)”, explica Chile Psicólogos.

Síntomas de obsesión

Entre los síntomas de obsesiones se encuentran:

– Miedo a contaminarse por tocar objetos que han tocado otros
– Dudas persistentes sobre si pusiste llave a la puerta o si desenchufaste la plancha o apagaste el calefont.
– Estresarse cuando los objetos no están ordenados de una determinada manera.
– Se te vienen a la mente imágenes indeseadas e incómodas en las que te ves lastimando a otros o te lastimas a ti mismo.
– Pensamientos indeseados e incómodos sobre actuar de manera inadecuada.
– Evitar situaciones como dar la manon a otras personas por el miedo a contaminarte.
– Angustiarte por imágenes sexuales desagradables que vienen a tu mente.

¿Cuándo se habla de compulsiones?

“Las compulsiones del TOC son comportamientos repetitivos que te sientes obligado a cumplir. Estos comportamientos repetitivos o actos mentales tienen como fin prevenir o reducir la ansiedad relacionada con tus obsesiones o evitar que suceda algo malo. Sin embargo, involucrarse con las compulsiones no genera placer y puede aliviar la ansiedad solo temporalmente”, señalan en Clínica Mayo.

Las compulsiones pueden rituales, reglas que te autoimpones y prácticas de manera excesiva y constante.

Entre las compulsiones más comunes están: lavado y limpieza, verificación, recuento, orden, respetar rutinas estrictas, exigir garantías.

Síntomas de la compulsión

Entre los síntomas de compulsión están:

– Lavarse las manos hasta que la piel duela o quede herida.
– Verificar varias veces que las puertas están con llave, la plancha está desenchufada o la estufa apagada.
– Contar siguiendo patrones.
– Repetir en voz baja una plegaria, una palabra o una frase.
– Ordenar las cosas de tal modo que queden hacia un mismo lado, color, patrón.
– Pasas por lo menos una hora al día con estos pensamientos o rituales.
– No obtienes placer de tales comportamientos o rituales.

Los trastornos obsesivos compulsivos suelen desarrollarse cuando eres joven, incluso adolescente. Pueden ir aumentando su gravedad de manera gradual o bien, variar entre periodos. Por ejemplo, los TOC de algunas personas se manifiestan más cuando están estresadas.

“El TOC, que generalmente se considera un trastorno crónico, puede tener síntomas leves a moderados, o puede ser tan grave y prolongado que incapacita”, aclara la clínica estadounidense.

Como decíamos al comienzo de la nota, no es lo mismo ser perfeccionista que tener un TOC. “Los pensamientos que genera el TOC no son simplemente preocupaciones excesivas sobre problemas reales de la vida ni preferir tener las cosas limpias u ordenadas de una manera específica”, enfatizan.

El TOC afecta la calidad de vida de la persona, y le causa angustia.

¿Qué causa el TOC?

Aunque no se sabe a ciencia cierta qué puede causar el TOC se cree que se debe a factores múltiples relacionados con la biología, genética y el entorno de una persona.

En este sentido, las personas que tienen padres o familiares con este trastorno tinen más riesgo de desarrollarlo.

Asimismo, quienes han pasado por situaciones muy estresantes o traumáticas en su vida, también son más propensos.

Y por otro lado, quienes sufren de depresión y ansiedad o son adictos a sustancias, son más proclives a desarrollar un TOC.

¿Cuándo consultar a un especialista?

Quienes sufren de TOC pueden experimentar complicaciones como dermatitis de contacto por lavarse mucho las manos, problemas laborales o sociales, relaciones conflictivas, mala calidad de vida y hasta pensamientos suicidas.

Por lo mismo, es importante que consultes a un especialista si estás lidiando con algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo.

“Si bien una persona puede vivir toda su vida con este trastorno sin sentirlo como un problema, es aconsejable buscar tratamiento cuando los efectos de este se vuelven imposibles de sobrellevar y comienzan a mermar la calidad de vida”, asegura Chile Psicólogos.

“Uno de los efectos más comunes que se pueden observar es la tendencia al aislamiento social, muchas veces provocado por la dificultad de llevar a cabo los rituales en contextos sociales, lo que puede llevar a que la persona deje el trabajo, el colegio o la universidad, con tal de evitar que piensen que es extraño su comportamiento o porque pueden llegar a ser personas con las cuales se es muy difícil convivir o compartir”, añaden.

En este sentido, advierten que esta situación puede derivar en una depresión, “ya que deja al individuo atrapado en una vida rutinaria y sin contacto con otros”.