El sexo influye en las relaciones amorosas y la frecuencia con que las parejas tienen intimidad ha sido objeto de diversos estudios.

Sobre esto, generalmente se cree que las parejas que son más felices son las que tienen sexo más a menudo, reflejando así la “buena dinámica de la relación” y que están satisfechos con ella, según indicó la psicóloga Susan Krauss Whitbourne a Psychology Today.

Si bien existen diversos factores que pueden determinar el éxito de la vida sexual de una pareja, la frecuencia es determinante respecto a la estabilidad de esta, y aquí entra la química.

Según explicó el doctor Ventura Anciones a ABC, “el impulso del amor se encuentra en la química del organismo humano y en el conjunto de hormonas que conectan todo el cuerpo”.

Dichas hormonas son las encargadas de “mandar las señales al cerebro, quien es el interpretador último y el encargado de que notemos que el corazón se nos acelera o sintamos mariposas en el estómago”, fortaleciendo el sentimiento de bienestar.

Sexo y química: cómo tener sexo con mayor frecuencia fortalece la estabilidad de una relación
Pixabay (CC)

En esta línea, un estudio Universidad de Bonn (Alemania) develó que la oxitocina que produce el cerebro durante la excitación y el orgasmo estimula el contacto entre parejas. Pero eso no es todo.

La investigación detalló que debido a la actividad sexual, la oxitocina logra mantenerse en altos niveles, fortaleciendo la relación amorosa y potenciando vínculos que favorecen la monogamia, según consignó El Páis.

La oxitocina no es la única “hormona del amor”

Según explicó el sexólogo Joserra Landarroitajauregi al mencionado medio, la oxitocina se conoce como la “hormona del amor y del apego”.

De hecho, Landarroitajauregi explicó que esta hormona también juega un rol fundamental en la relación entre madre e hijo, ayudando en el proceso de parto y lactancia.

En cuanto a las relaciones amorosas, el sexólogo afirmó que la oxitocina es la más popular, pero no la única que se vincula a la sexualidad.

“El orgasmo produce la secreción masiva de tres neurotransmisores: oxitocina, serotonina y dopamina; o sea: vínculo, eutimia (mejora del estado de ánimo) y gozo”, explicó el experto.

Finalmente, Landarroitajaureg aclaró que el sexo no siempre se presenta por la química o por motivaciones fisiológicas, sino que también por el deseo de “proximidad y la intimidad con nuestro amante”.

“El sexo no solo procura placer, también moviliza sentimientos y emociones. En definitiva, tiene muchos beneficios y pocos perjuicios”, agregó.