“Tenemos química”. De seguro en más de alguna ocasión has escuchado a alguien decir eso sobre su pareja, pero ¿qué significa realmente?

Es toda secreción hormonal que se dispara cuando nos gusta alguien a quien acabamos de conocer y nos anula el razonamiento”, explica David Berna, antropólogo de la Universidad Complutense de Madrid, al diarioa electrónico El País.

En otras palabras, es “una chispa” que aparece en las primeras fases del amor, entre la lujuria y el momento de la atracción. No obstante, si no se experimenta, podría ser una señal de que no es el/la indicado/a.

Asimismo, está relacionada con las habilidades de seducción de la otra persona. “La manera en que le haces sentir y eso pasa por los canales de comunicación verbales y no verbales”, complementa Miren Larrazabal, directora de Psicología Clínica y Sexología del Instituto Lyx.

Si bien no todos tienen la habilidad de expresar sus sentimientos, eso no quiere decir que tengas la culpa de que la “química” no se genere.

“Puedes aprender a transmitir con la mirada, la sonrisa y los gestos para que la otra persona se sienta especial”, añade el experto.

Ghost
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¿No se genera la química?

En este contexto, recalca que esa falta de destreza a la hora de transmitir sentimientos, no ayuda a que se produzca esa reacción química dentro de la otra persona.

“Es algo inconsciente y que no siempre vemos”, añade el antropólogo, describiendo que muchas veces depende de cosas que ni siquiera notamos.

Por otra parte, enfatiza en que no “nos enamoramos de cualquiera”. De acuerdo a su perspectiva, las personas suelen buscar a quienes más se parecen a ellos.

“Hay todo un componente social, de clase, de género, de gustos. La gente tiende a buscar parejas similares a sí mismas”, explica Berna.

De este modo, aunque el/la pretendiente sea inteligente o bonito/a, “si no cumple con esos cánones o le falta alguno, es posible que no salte la chispa y no funcione”, añade el experto.

El tiempo lo dirá…

“Es importante hacer una exploración dentro de uno mismo para descubrir qué es lo que nos gusta y lo que no (…) Uno de los grandes problemas de las relaciones de pareja es no conocernos a nosotros mismos”, reflexiona.

Si incluso después de tener las cosas claras, la química no se genera, solo el tiempo será la solución.

“Muchas veces conocemos a personas y en ese momento de la vida no nos atraen. Sin embargo, con el paso del tiempo descubrimos cosas en común y de pronto nos damos cuenta de que nos ha empezado gustar”, asegura Larrazabal.

En conclusión, lo que no se puede hacer, es forzar para que la química aparezca “mágicamente”.