Aunque la depilación con cera es de las más efectivas y antiguas para eliminar el vello de raíz (aunque no de forma definitiva), puede tener algunos efectos secundarios algo molestos.

Hablamos de los granitos que pueden aparecer e incomodar por varios días post depilación y que a veces pareciera imposible de eliminarlos o evitarlos.

Al respecto, la dermatóloga Ana Molina señaló a la revista Woman’s Health que “los granitos post-depilación se deben a dos motivos fundamentales. El primero es que, a veces, pueden quedar pelitos enquistados porque los estamos arrancando de raíz al crecer. Aunque este no es el motivo más frecuente. Lo más común es que al depilarnos con cera no sólo arrancamos el tallo piloso, sino que también agredimos las capas más superficiales de la piel lo que puede hacer que se produzca una inflamación o incluso una infección”, explica la dermatóloga.

Molina indica que al sacar el pelo de raíz, el poro queda abierto y eso es lo que causa esa mini lesiones.

¿Cómo evitar los granitos post depilación?

Para minimizar ese efecto, la experta recomienda presionar con la mano la zona depilada inmediatamente después de dar el primer tirón de la cera. También es importante retirar con un disco desmaquillante los restos de cera que pudieran quedar y aplicar agua fría para calmar la piel y hacer que el poro cierre.

Si eso no funciona, Molina aconseja acudir a otras técnicas. “Para evitar estos molestos granitos solemos recomendar la depilación con hilo, con crema depilatoria, con láser (que además será definitiva) o el famoso dermaplaning (depilación con cuchilla fina)”, expresó la especialista.

Independientemente del método que elijas, la profesional señala que es importante hidratar la piel con cremas que tengan ingredientes calmante, como el aloe vera.

Uno de los riesgos de la depilación: la foliculitis

Una de las zonas más propensas a desarrollar molestias por la depilación es las inglés y zona íntima, debido al roce y humedad.

Entre esas consecuencias está la foliculitis, que como describe la Clínica Mayo se trata de “una afección cutánea frecuente en la que los folículos pilosos se inflaman. Por lo general, se produce a causa de una infección bacteriana o fúngica. Al principio, puede manifestarse como pequeños bultos rojos o espinillas cabeciblancas alrededor de los folículos pilosos —las pequeñas bolsas desde donde crece cada cabello—”.

“En la mayoría de los casos, la foliculitis se produce a causa de una infección de los folículos pilosos por la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo). La foliculitis también puede ser a causa de virus, de hongos e, incluso, de una inflamación por vellos encarnados”, explican.

Aunque no es algo que ponga en riesgo la vida, puede provocar picazón, dolor y vergüenza, además de cicatrices potencialmente permanentes si la infección se agrava.

Cómo prevenir la foliculitis

Para prevenir la foliculitis, desde Clínica Mayo entregan una serie de recomendaciones:

– Evitar la ropa muy ajustada, pues la fricción entre la piel y la ropa favorece su aparición.

– Rasurar con cuidado. Si eres propensa/o a la foliculitis disminuye la frecuencia de depilación. Usa una compresa tibia con movimientos circulares en los lugares donde hay pelos incrustados para que salgan más fácil cuando te afeites. Y siempre rasura en la dirección del crecimiento del vello.

– No compartas afeitadoras, toallas o paños de limpieza.

– Considera cambiar tu método de depilación si el rasurado o la cera te los ocasionan.

– Si es muy frecuente y molesto, consulta con un médico para que te recete algún gel o ungüento dermatológico.