Cabe resaltar que el aseo de nuestras sábanas debe ir de la mano con el cuidado de la higiene personal: hay que bañarse al menos día por medio, lavar el pijama o ropa que se use para dormir y evitar consumir alimentos sobre la cama.

¿Cada cuánto tiempo haces cambio de sábanas? La respuesta a esta pregunta suele variar mucho, pero lo correcto es que, según expertos, existe un rango de tiempo aconsejable para cambiar la ropa de tu cama.

Cada vez que dormimos entramos en contacto con diferentes microorganismos y partículas presentes en nuestro colchón: ácaros, polvo, bacterias, piel muerta, caspa y secreciones secas como la saliva o el sudor son sólo algunas de las cosas que comparten la cama con nosotros.

El director de Microbiología Clínica del centro médico Langone de Nueva York, Philip Tierno, junto a la doctora especializada en higiene, Lisa Ackerley, recomiendan cambiar las sábanas una vez a la semana, según consigna AS Chile.

Hay que agregar que esta periodicidad se debe modificar si las personas tienen ciertos hábitos de sueño como dormir desnudos o sudar mucho mientra se duerme. Si ese fuera el caso, entonces se aconseja cambiar la ropa de cama dos a tres veces a la semana.

¿Cada cuánto tiempo se recomienda cambiar sábanas?

Según detalla el medio citado, los expertos entregan también indicaciones respecto a la limpieza de las sábanas: deben lavarse, igualmente, al menos una vez cada semana.

De hecho, Gabriel Noriega, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Británico (Argentina), se suma a tales advertencias.

Noriega explicó al periódico argentino Clarín que “se recomienda el lavado de sábanas una vez por semana. En los casos en donde no se use la cama en manera diaria, esta frecuencia se puede prolongar a dos semanas”.

Este hábito de higiene es en beneficio del descanso nocturno. Cambiar de forma periódica las sábanas puede influir positivamente en la calidad de sueño, además de evitar la generación de olores y suciedad.

Finalmente, la regularidad con la que se debe hacer esta práctica depende de la cantidad de veces que se utilicen las sábanas, además de los hábitos de higiene personal y nuestra forma de ir a la cama a los brazos de Morfeo.