Regular las horas de sueño, evitar la comida chatarra y las siestas prolongadas, son sólo algunas de las sugerencias que entregan los expertos para mantener rutinas saludables durante este período del año.
Hace casi dos semanas comenzaron las vacaciones de invierno, un período que inevitablemente impacta en los hábitos y las rutinas tanto de los niños como de los padres.
Una buena manera de combatirlos y evitar un completo desorden, es mediante un descanso establecido y una alimentación saludable.
El especialista de Clínica Somno, Ignacio Gutiérrez, explica que “durante las vacaciones, tanto niños como adultos suelen conciliar el sueño más tarde, dormir siestas durante el día, en un ambiente más relajado y menos estructurado”.
No obstante, “esa falta de orden en el sueño genera que nuestro reloj interno no pueda sincronizarse de manera correcta al volver a la rutina, lo que se puede traducir en cansancio y fatiga, siendo más difícil retomar nuestras tareas diarias”.
Pero dormir bien no es solo uno de los temas a tomar en cuenta, sino también la alimentación.
En esta época es importante pensar en preparaciones que entreguen energía y no tengan déficit de nutrientes para mantener, sobre todo en niños, el crecimiento y estado activo tanto físico como mental.
“Si bien en estas épocas del año nos dan más ganas de comer platos altos en calorías y nos cuesta ingerir verduras, existen diversas preparaciones que son ricas en nutrientes y energía como los guisos o las legumbres”, aconseja Pilar Crisóstomo, chef creativa de Fork.
A lo que agrega: “Para quienes no cuentan con tiempo para cocinar, existen diversas alternativas de platos preparadas en formato familiares que son saludables sin dejar de lado lo rico” afirma.
A modo de guía, los expertos entregan 6 recomendaciones para mantener los hábitos de sueño y alimentación estas vacaciones de invierno:
1. Regula tus horas de sueño: Procura mantener tu rutina de horarios e intenta que cada noche alcances a dormir entre 7 y 8 horas.
2. Mantén tu rutina de alimentación: Evita saltarte horarios o comer a deshoras. Además, se recomienda comer al menos 3 horas antes de ir a la cama para evitar reflujo al dormir y así no interrumpir el sueño.
3. Siestas: Si tienes la posibilidad de dormir siestas, intenta que estas no duren más de 30 minutos. Si puedes evitarlas, mejor todavía, porque de esta forma llegarás más cansado y con facilidad de conciliar el sueño cuando llegue la noche.
4. Intenta ingerir alimentos con tritófanos: Este aminoácido se encuentra en alimentos como pescado, huevos, lácteos descremados y carnes blancas, el cual ayuda a la secreción de melatonina, que es la conocida hormona del sueño y que nos permite conciliarlo más rápidamente.
5. El dormitorio: Trata de eliminar de tu habitación los aparatos electrónicos que generan luz azul, como el celular o la televisión. Esto, dado que disminuye la secreción de melatonina y podrías dar paso a eventuales problemas de insomnio.
6. Frutos secos y legumbres: Además de tener triptófano, contienen vitamina B1 y B6, que ayudan a la relajación y descanso. Si bien no se recomienda consumir legumbres de noche, comerlos durante el día ayuda de igual manera a conciliar el sueño.