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Según un informe, algunos empleados -especialmente millennials- están optando por las "vacaciones silenciosas", donde fingen trabajar de forma remota mientras descansan, sin informar a sus jefes. El estudio reveló que el 37% de trabajadores de 30 a 42 años lo ha hecho, comparado con el 24% de las generaciones X y Z. Esta tendencia, aunque busca un equilibrio entre trabajo y vida personal, conlleva culpa y estrés. Expertos señalan que esta práctica refleja desconfianza, miedo y falta de límites, abogando por fomentar culturas laborales saludables que prioricen el equilibrio y la comunicación abierta.

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La práctica de comenzar a hacer lo justo y necesario en el trabajo fue bautizada hace un tiempo como “renuncia silenciosa”, pues se relacionaba con que muchos trabajadores disconformes dejaron de “darlo todo” para conciliar mejor la vida personal y laboral. No obstante, algunos ahora han llevado esto un paso más allá y han optado por las “vacaciones silenciosas”, ¿de qué se trata?

Un nuevo informe titulado Out of Office Culture Report (Reporte de cultura fuera de la oficina) de la empresa de análisis e investigación de mercado estadounidense Harris Poll, determinó que algunos empleados, “especialmente millennials, están estirando los límites del teletrabajo”, pues en lugar de solicitar días libres a sus jefes, fingen estar trabajando de forma remota cuando en realidad están descansando.

El estudio determinó que el 37% de los trabajadores de entre 30 y 42 años (millennials), dijo en la encuesta que se tomó tiempo libre sin decírselo a sus supervisores o gerentes. En tanto, sólo el 24% de las generaciones X (43-59 años) y Z (veinteañeros), señaló hacerlo.

“Descubrieron cómo lograr un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal, pero está sucediendo tras bambalinas. No es exactamente renunciar en silencio, sino más bien vacacionar en silencio”, dijo Libby Rodney, directora de estrategia de The Harris Poll.

El informe explica que los llamados millennials, que constituyen casi el 40% de la fuerza laboral, hacen cosas como mover el mouse para verse “en línea” en los programas de mensajería y programan el envío de e-mails fuera de horario para parecer que están trabajando mucho.

Rodney señaló al medio económico Fortune, que “en lugar de enfrentarse cara a cara y preocuparse por si molestarán a su jefe durante un trimestre económico difícil, los millennials simplemente están haciendo lo que necesitan hacer para tomarse vacaciones”.

Vacaciones silenciosas, un nuevo tipo de ansiedad laboral

No obstante, el reporte también dice que estos trabajadores pagan un costo que se traduce en culpa y elevados niveles de estrés. También señala que tanto a millennials como centennials les complica pedir días libres a sus jefes.

Asimismo, un tercio de los encuestados dijo que los mayores obstáculos para tomarse tiempo libre de manera oficial eran la presión de estar siempre disponibles y cumplir con los requerimientos laborales, además de tener gran carga de trabajo, consignó Business Insider.

Rodney estima que las “vacaciones silenciosas” son una nueva forma de ansiedad laboral que surgió tras la pandemia.

Los millennials son los más propensos a tomarse vacaciones silenciosas
Pexels (CCO)

Jasmine Escalera, experta en temas laborales, dijo a Newsweek que “esta tendencia muy probablemente podría estar impulsada por una mayor sensación de agotamiento y el deseo de un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal”

“Muchos profesionales que trabajan luchan por desconectarse por completo mientras están de vacaciones, por lo que unas vacaciones silenciosas brindan un cambio de escenario y la oportunidad de relajarse, sin dejar de cumplir con sus obligaciones laborales. Las personas también pueden utilizar las vacaciones silenciosas como una forma de hacer frente a las limitaciones de tiempo libre o al miedo al rechazo o escrutinio al solicitar días libres”, añadió.

La experta dijo que es difícil ver esta práctica como algo saludable, pues en realidad refleja “desconfianza, miedo, exceso de trabajo y falta de límites”.

Para Escalera, la solución radica en fomentar culturas laborales más saludables que prioricen el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, promoviendo “la comunicación abierta, cargas de trabajo y expectativas razonables, confianza entre los empleados y el liderazgo, y tiempo libre remunerado adecuado donde se anime a los empleados a desconectarse por completo”.