Existe la creencia popular de que cuando el cabello se lava con menos frecuencia, tiende a ser más saludable y acumular menos grasa. Sin embargo, la periodicidad sigue siendo un tema para debatir.

Lo cierto, es que los estilistas y expertos en el tema, coinciden en que lavarse el pelo es fundamental para mantenerlo en buen estado. Además, dejar pasar demasiado tiempo entre un lavado y otro, podría ser dañino.

“Es totalmente falso el mito de que cuanto más se lava el pelo, más se ensucia”, señala el doctor Pablo Naranjo, experto en salud capilar, al diario electrónico El País.

De este modo, el experto descarta la creencia popular y enfatiza en que el lavado frecuente elimina las sustancias contaminantes que quedan acumuladas en el cuero cabelludo.

La farmacéutica Marina Marañon, aconseja lavarse el cabello cada vez lo consideres necesario. “Siempre y cuando se haga con un champú adecuado y adaptado al tipo de cuero cabelludo”, apunta.

Depende de la ocasión

Si bien los dermatólogos y estilistas coinciden en que no existe una regla universal sobre la frecuencia del lavado, sí hay situaciones en las que conviene hacerlo, por ejemplo, después de hacer actividad física.

“El cuero cabelludo transpira como el resto de la piel y hace que el cabello se humedezca y dé el aspecto graso (…) Cuando realizamos deporte liberamos una serie de toxinas que si no eliminamos pueden irritar el cuero cabelludo y provocar entre otras cosas caída capilar”, advierte la experta.

Algo similar ocurre durante el verano, donde pasas tiempo en el mar o la piscina. “Es muy importante eliminar los restos de salitre y cloro que deshidratan el cabello”, enfatiza.

Si bien dos días, ese es el tiempo mínimo que muchas personas esperan entre cada lavado, la norma básica es hacerlo cada vez que el pelo se vea sucio.

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La importancia del champú

“Lavar el pelo no es malo, lo importante es con qué nos lo lavamos, puesto que hay que usar productos que no lo dañen“, agrega el Doctor Pedro Rodríguez, dermatólogo de la Clínica Dermatológica Internacional, al diario electrónico ABC.

En este contexto, el pH del champú debe ser ligeramente ácido ya que de lo contrario, “se debilitaría el cabello rompiendo los enlaces de disulfuro de la queratina del mismo”, agrega.

“El champú se escoge en función del tipo de cuero cabelludo y no de la melena, en función de la frecuencia de lavado”, complementa Marañon.

Según la experta, los cueros cabelludos grasos necesitan lavarse con más frecuencia que los secos. “Esto ya que se ensucian con mayor facilidad y requieren un champú capaz de controlar el exceso de sebo”, explica.

Con respecto al tipo de producto, recomienda champús libres de sulfatos o detergentes químicos, para el uso diario. “Que acondicionen el cabello y lo dejen suave, pero también con activos antioxidantes para proteger la fibra capilar en húmedo como lipoproteínas o péptidos muy afines a la queratina del cabello”, precisa.

Marañón insiste en que un buen champú es el que “se adapta a la necesidad de cada uno. Un producto inadecuado puede provocar irritación del cuero cabelludo, e incluso desembocar en la caída del pelo”.

Finalmente, señalan que cada persona debe adoptar las prácticas de cuidado del cabello que mejor le funcionen. En caso de que no estés seguro de la frecuencia de lavado, puedes consultarlo con tu estilista. De ese modo, encontrarás la periodicidad perfecta para tu pelo.