Las zapatillas blancas son un calzado muy popular, ya que combinan muy bien con una gran variedad de looks. Sin embargo, también pueden convertirse en un gran problema a la hora de limpiarlas.
Si tuviste un paseo en el campo o simplemente por los efectos de la contaminación, verás que los cordones blancos se tornaron grises o café.
De este modo, la blancura de tu zapatilla pasa a segundo plano, contrastado con ese desagradable color. Asimismo, por más que los laves, la suciedad persiste.
Si bien hay muchas personas que prefieren darlos por perdidos, y los reemplazan por cordones nuevos, existe un sencillo y rápido truco para dejarlos relucientes.
La Sra. Hinch, también conocida como Sophie Hinchcliffe, quien se ha hecho famosa entregando consejos de limpieza, compartió un método infalible.
A través de su página de Facebook Mrs Hinch Cleanig Tips compartió el truco para conseguir que los cordones vuelvan a lucir como nuevos, y en menos de 10 minutos, según destaca el diario electrónico Huffington Post.
En 10 minutos
Según explica la experta, solo necesitas un producto antigrasa, los cuales se utilizan para limpiar diferentes superficies como cocinas o lavaplatos.
En un recipiente se colocan los cordones y se rocían bien con el producto. De este modo, debes frotarlos y extrujarlos para quitar el exceso.
El siguiente paso, es dejar actuar el antigrasa durante unos cinco minutos y posteriormente aplicar una sencilla técnica.
Tomo el cordón desde un extremo para que quede tirante y con el dedo pulgar e índice, apriétalo para ir retirando la suciedad, tal y como se muestra a continuación:
La experta recomienda repetir este último procedimiento 2 o 3 veces. Finalmente deja el cordón debajo del chorro de agua para terminar de aclararlo.
Otro truco
Por otra parte, el youtuber experto en zapatillas SneakerHeadInTheBay, propone reemplazar el antigrasa por una mezcla de detergente líquido y cloro. De este modo, señala que debes dejar remojando los cordones en la mezcla por unos 10 minutos.
Posteriormente enjuágalos y envuélvelos en una toalla pequeña. Toma el extremo, y tíralo para ir removiendo la suciedad, tal y como se muestra a continuación:
