Para muchas personas, escuchar a alguien hablando solo, puede parecer una práctica muy extraña, por más frecuente que sea.

Sin embargo, hablar con uno mismo es muy sanador para la mente. Así lo explica el psiquiatra Luis Rojas Marcos, al medio español El País.

Me hablo mucho a mí mismo, a veces en voz alta, a veces en voz baja, pero me ayuda a gestionarme, a animarme, a ponerme límites“, reconoce el especialista.

El psiquiatra admitió que hablarse es fundamental en su día. “Todos deberíamos hacerlo”, aconsejó, criticando que esa práctica ha sido estigmatizada por la sociedad.

“Los niños, desde los 2 o 3 años, se hablan a sí mismos, se animan, se acunan, se consuelan. Luego, nos da vergüenza, porque se identifica a la persona que habla sola con el enfermo que oye voces“, cuestiona Rojas.

De este modo, señala que estamos constantemente reprimiéndonos, y eso es un gran error. “Igual que nos enseñan a hablar, y a pedir las cosas por favor, deberían enseñarnos a hablar con nosotros mismos“, describe.

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Por otra parte, explica que las personas extrovertidas que conectan con los otros, están más satisfechas con su vida en general.

“La razón es sencilla: al conectar con los demás, tenemos relaciones afectivas, nos ayudamos, compartimos y nos apoyamos en situaciones difíciles. También nos quejamos y pedimos ayuda si la necesitamos”, explica.

En esta línea, destaca que según los estudios, las mujeres hablan en promedio 15 mil palabras más que los hombres. “Eso es porque tienen la parte del cerebro que controla el lenguaje más desarrollada”, precisa.

“Los padres les hablan más a las hijas que a los hijos, sobre todo de temas emocionales. Estoy convencido de que las mujeres viven más porque hablan más“, añade.

Cuéntame, perdóname y te quiero

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Rojas también se refirió a aquellas palabras que debemos repetir con más frecuencia. “Para mí, la más importante, profesional y personalmente, es ‘cuéntame’, pero para eso, tienes que estar dispuesto a escuchar, y eso no siempre sucede”, detalla.

Otra de las palabras es “perdóname”. Según su experiencia, pedir perdón es primordial, porque sin eso, “no hay futuro en la vida”.

El perdón es fundamental para sobrevivir. Para reinventarse. La víctima perpetua es una persona muy limitada por su herida abierta. El duelo no se puede eternizar“, explica.

El especialista señala que pasar más de tres años como “víctima”, no es saludable. “Te encierra en el papel de traumatizado. Evita abrir otro capítulo de tu vida con ilusión, esperanza y creatividad“, comenta.

Rojas también enfatiza en la importancia de decir “Te quiero”. “Sobre todo si es verdad y tienes a alguien a quién decírselo. Lo decimos, pero lo decimos por dentro. Y es bueno verbalizarlo“, reflexiona.

Finalmente, comenta que también debemos expresarlo a nosotros mismos. “Decirte: ‘mira, Luis, te quiero mucho’, es muy útil, sé que no se nos enseña de pequeños, pero yo lo recomiendo”, sentenció.