¿Qué podría ser peor que llamarte "Hittler"? Un hombre en EEUU no lo piensa así, e incluso ha comenzado a ver las ventajas de tal apellido...

Si tu apellido fuese Hitler y fueras a la oficina del Registro Civil para cambiarlo, seguramente nadie te preguntaría las razones. Sin embargo un hombre en Estados Unidos no sólo prefirió quedarse con él, sino que aprendió a valorar las ventajas de compartir nombre con el infame dictador Nazi.

John Hittler es un asesor de negocios que vive junto a su familia en San José, California. Esta semana, alguien se percató de su apellido y comenzó a convertirse en un fenómeno viral en X (Twitter) llegando a ser Trending Topic (TT), a lo que el coach respondió con amabilidad, publicando algunas fotos junto a su esposa y respondiendo cada pregunta que le hicieron.

Un periodista de 404 Media se percató y lo contactó para conocer en mayor profundidad qué significaba llamarse “Hittler” en un país que perdió a casi 300.000 hombres para combatirlo.

“Siempre me ocurre lo mismo. Cuando debo presentarme lo hago como ‘John’, y cuando me preguntan mi apellido, les digo que adivinen, porque es el peor en toda la historia de la humanidad. Muchos no captan el juego así que cuando les digo, se sorprenden y me responden “¡No puede ser!”, cuenta.

“Lo irónico es que mi familia es irlandesa. Nuestros abuelos eran Sullivan, Lynch, Hunter y Hittler; y como Dios también tiene sentido del humor, claro, me tocó el último. Mis padres son de esos irlandeses testarudos y dijeron que de ninguna forma nos cambiaríamos el apellido, así que aquí estoy”, agregó.

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Consultado sobre si no había pensado en cambiarse el apellido ahora, de adulto, Hittler responde que si bien le significó problemas cuando era joven, poco a poco se fue convirtiendo en ventajas.

“Los problemas se alejan a medida que pasa el tiempo desde el Holocausto. Crecí a una generación, o quizá una generación y media después del Holocausto, con niños que tuvieron ancestros, un abuelo, un tío o alguien que murió durante ese periodo. Desde luego me provocaba problemas, y me metía en peleas todo el tiempo. Pero luego comencé a darme cuenta de que tiene sus ventajas: nadie jamás olvida mi apellido. Ni siquiera necesito tarjetas de presentación. Es una especie de curiosidad. Y a medida que fui aprendiendo a no dejarme llevar por quienes me provocaban, ya ni siquiera lo consideré un problema”, detalla a la publicación.

Aún así, John le ha dado libertad a sus propios hijos para tomar sus decisiones.

“Tengo 7 hijos, cinco míos y mi esposa ya tenía otros niños. Dos de mis cinco hijos han cambiado su apellido. Uno se casó y su esposa no quiso tomar su apellido, así que tampoco lo conservó él. Prefirieron quedarse con Hunter, el apellido de mi abuelo materno, que ambos consideraron un buen nombre. Por cierto, de mis 5 hijos, tres fueron adoptados por ser huérfanos en Rusia, así que… ¡Sorpresa! Tienen una nueva familia en América que los quiere y, oh, el apellido viene de regalo…”, bromea.

Impresionado por la actitud positiva de John, 404 Media le preguntó sobre algunos consejos de negocios profesionales.

“Imagina que es un año desde ahora y estamos en el French Laundry (un restaurante carísimo) en Napa, California. Es el mejor restaurante del país. Si volamos hasta allá para gastar 1.500 dólares (1.3 millones de pesos chilenos) por persona -y vale cada centavo, he ido cuatro veces- para celebrar lo que ambos hemos logrado en nuestra colaboración, ¿qué sería lo que estamos celebrando?…

“La gente me dice primero ‘Bueno, que el negocio creció un 20%’. Entonces les digo ‘No me jodas. Para eso vamos a McDonald’s’. Luego lo piensan mejor y dicen ‘Que hicimos un millón de dólares este año’. Entonces le digo, sabes, para eso sí vale la pena ir al French Laundry. La idea es lograr que la gente piense fuera de su zona de confort para que realmente se cuestionen qué pueden lograr si dan lo mejor de cada uno”, concluye.