“Bikini Bottom” es traducido al español como Fondo de Bikini, un lugar donde tuvieron lugar las entrañables historias de Bob Esponja, el dibujo animado que es producido por Nickelodeon desde 1999. No obstante, no todo es tan brillante y divertido como se muestra en la ficción.

Stephen Hillenburg, fallecido el pasado 26 de noviembre, fue el cerebro detrás de esta caricatura, cuyos personajes eran seres marinos que formaban toda una comunidad en torno a la ciudad.

El ficticio Fondo de Bikini | Nickelodeon
El ficticio Fondo de Bikini | Nickelodeon

Con el paso de los años, toda esta fantasía creada en torno a Bob Esponja fue adquiriendo una especie de “razón de ser” a medida que su propio director entregó pistas respecto a cómo fue la génesis de esta propuesta, que cuenta con 12 temporadas y 243 capítulos.

Fue en una entrevista que Hillengurb, quien era biólogo de profesión, dio a la National Geografic años atrás cuando se supo que este fantástico Fondo de Bikini estaba inspirado en un lugar ubicado en las Islas Marshall (territorio estadounidense en el océano Pacífico) llamado el Atolón Bikini.

Bob Esponja | Nickelodeon
Bob Esponja | Nickelodeon

Se conoce como atolón a uno de los lugares más hermosos en el mar, ya que son conjuntos de islas que están rodeados por arrecifes de coral, los cuales generan una especial vida marina a su alrededor.

Bikini, específicamente, se encuentra en la lejana región de Micronesia dentro del pacífico, constituyendo un paraíso terrenal en el cual está prohibido vivir, por lo que tampoco existe turismo ligado a esa zona.

Vista del Atolón Bikini | Nat Geo
Vista del Atolón Bikini | Nat Geo

Una oscura Historia ligada a un lugar mágico

De acuerdo a un reportaje del medio inglés The Guardian, la historia de destrucción del Atolón Bikini comenzó en 1946, cuando la Segunda Guerra Mundial había acabado y se avecinaba un complejo periodo de la historia conocido como Guerra Fría.

Harry Truman, presidente de los Estados Unidos en ese entonces, ya había mandado a detonar dos bombas atómicas en Japón (Hiroshima y Nagasaki), con lo que habían vengado la destrucción de Pearl Harbor y obligado a la potencia asiática a rendirse.

No obstante, dentro del gobierno norteamericano existían dudas respecto a si su actual bomba era realmente la más potente del mundo. A eso se sumaba que debían entrar en una constante carrera armamentista con la Unión Soviética, la otra potencial mundial.

Fue así como Truman firmó un decreto para establecer un lugar de pruebas de detonación de bombas en la superficie del Atolón Bikini. Lo que vino después de aquello fue devastador.

Explosión de la Bomba Baker | Wikimedia Commons
Explosión de la Bomba Baker | Wikimedia Commons

Según una nota histórica del periódico estadounidense The New York Times, fue el comodoro Ben H. Wyatt quien viajó junto a un equipo a negociar con los isleños. El objetivo era dejar el atolón deshabitado para iniciar las pruebas.

De acuerdo a la nota, Wyatt indicó a los jefes de las tribus locales que los ejercicios que allí realizarían serían “buenos para la humanidad y para terminar con todas las guerras”.

Ante esto el jefe de la tribu, llamado Juda, cedió ante la insistencia e indicó que los 187 habitantes del lugar de mudarían hacia una zona ubicada en Hawai. “Nos iremos creyendo que todo está en las manos de Dios”, habría indicado el isleño.

Dos meses después de aquella negociación, arribaron hasta la pequeña isla 242 embarcaciones de guerra, las cuales traían bombas creadas con la última tecnología estadounidense. La operación se denominó Crossroads.

Junto con eso, los barcos llevaron animales como vacas, cerdos y ratas, ya que deseaban ver si estos eran capaces de resistir las detonaciones.

Explisión Bomba Cameron | Wikimedia Commons
Explisión Bomba Cameron | Wikimedia Commons

Las detonaciones comenzaron a producirse en julio de ese año. La primera de ellas destruyó cinco barcos y fue lanzada desde un avión. La segunda se realizó desde un submarino e hizo añicos otros ocho navíos. Se considera que en esos ensayos la potencia fue similar a lo ocurrido en Japón.

Se dice que aquellos impactos levantaron olas de hasta 70 metros en el mar y destruyeron gran parte de la barrera de coral del atolón. Junto con eso se produjeron gigantescas nubes radiactivas y comenzó la muerte del ecosistema marino.

No obstante, lo peor para Bikini estaba por venir, ya que en 1954 se lanzó la bomba de hidrógeno más destructiva en la historia. Su fuerza fue de 15 megatones, lo que fue hasta 1.000 veces la fuerza de las detonaciones en Hiroshima y Nagasaki.

Aquel ejercicio fue denominado en clave como Castle Bravo y enmarcó un total de 23 pruebas realizadas en la zona del atolón. Se dice que este último impacto destruyó tres islas y fulminó toda la vida silvestre y marina presente en la zona.

Laguna donde explotaron las bombas en el atolón | Wikimedia Commons
Laguna donde explotaron las bombas en el atolón | Wikimedia Commons

Aquel espacio radiactivo cubrió un área de 11 mil kilómetros cuadrados. La bomba fue bautizada como Cameron y tenía 4.5 metros de largo. A grandes rasgos, sus componentes eran un combustible de hidruro de litio enriquecido, y una varilla de plutonio para hacerla detonar. A eso se sumó una mezcla con un 60% del hidruro de litio-7, para que tuviera una amplia reacción.

Aquella detonación generó malestar en todo el mundo, por lo que el gobierno de Estados Unidos fue obligado a firmar un tratado de Prohibición Completa de Explosiones Nucleares.

Se dice que las personas que fueron alcanzadas por el manto radiactivo desarrollaron enfermedades como cáncer de tiroides, colon, estómago y en la sangre.

Bikini 70 años después

Un estudio de la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, indicó que a 70 años de la última explosión el atolón Bikini sigue no siendo apto para la vida de los humanos, por lo que está prohibido el ingreso al lugar.

No obstante, científicos indicaron que el ecosistema del lugar se ha recuperado con el paso del tiempo, ya que existe abundante vida marina y la vegetación ha vuelto a crecer, pese a los altos niveles de radiación.

Steve Palumbi, líder de la expedición de la Universidad de Stanford, indicó que en la isla se formó un cráter debido a las explosiones. Actualmente en ese lugar se puede ver que ha crecido coral y la diversidad de peces se ha expandido.

De acuerdo a los expertos, la vida marina en el lugar a simple vista parece ser saludable, aunque muchos de ellos se alimentan de algas y cocos pequeños que están expuestos a la radiación.

Vista del Atolón en la actualidad | NatGeo
Vista del Atolón en la actualidad | NatGeo

Junto con eso, en el lugar aún se pueden ver restos de barcos de la Segunda Guerra Mundial, los cuales fueron destruidos en las detonaciones realizadas hace 70 años.

Cabe señalar que la Unesco declaró el Atolón Bikini como Patrimonio de la Humanidad, debido a que es un vestigio vivo de la era de las armas en nuestro planeta, pese a que es un paraíso terrenal.

Por su parte, Stephen Hillenburg nunca dejó claro si creó Bob Esponja como una forma de crítica hacia las operaciones que realizó su país en Bikini décadas atrás. Debido a su faceta de biólogo, esta opción podría ser válida.