Un holandés experto en arte entregó el lunes a España dos piedras esculpidas, de un valor “inestimable”, que fueron robadas hace quince años de una iglesia española, tras haberlas hallado en el jardín de un aristócrata inglés.

Arthur Brand, apodado el “Indiana Jones del mundo del arte” por sus dotes de investigador, declaró haber entregado los grabados a la embajada de España en Londres en una ceremonia privada.

Se trata del fin de una larga búsqueda del tesoro digna de una novela policíaca. Las dos obras de arte, una de las cuales representa a Juan el apóstol, fueron hurtadas en 2004 por unos ladrones de arte en la ermita de Santa María de Lara, en la provincia de Burgos, en el norte de España.

NIKLAS HALLE'N | AFP
NIKLAS HALLE’N | AFP

Salieron a la luz finalmente a finales del año pasado, recubiertas de barro y hojas, en el jardín de una familia aristocrática, al norte de Londres, que ignoraba su origen.

“Pueden imaginar cuánto se sorprendieron al saber que la decoración de su jardín era, de hecho, obras de arte religioso españolas robadas y de un valor inestimable”, declaró Brand a la AFP.

“Encontrarlas en un jardín tras ocho años de búsqueda es simplemente increíble”
, agregó este apasionado del arte.

‘Patrimonio mundial’

Faltó poco para que las piedras, que pesan 50 kg cada una y que la AFP pudo observar unas horas antes de que fueran entregadas a la policía, acabaran en el fondo de un río londinense.

“Podrían haberse perdido para siempre”, subraya Brand, pues los propietarios quedaron tan impactados al conocer la verdad que quisieron tirar las obras de arte a un río y hacerlas desaparecer para siempre.

“Felizmente, conseguimos convencerlos de que no lo hicieran”, comenta, complacido, el holandés, que iba tras la pista de las dos piedras esculpidas desde 2010.

NIKLAS HALLE'N | AFP
NIKLAS HALLE’N | AFP

Ese año, un informador británico, que en su momento deseó guardar el anonimato, le indicó que “algo extraño” había aparecido en Londres. El hombre murió poco tiempo después.

Varios años de búsqueda más tarde, Brand descubrió que las piedras habían sido transportadas a Londres por un marchante de arte francés y puestas a la venta como decoración de jardín, y así evitar cualquier sospecha, por más de 55.000 euros cada una.

Arthur Brand se granjeó una fama mundial en 2015 al encontrar en Alemania los dos caballos de bronce realizados por Josef Thorak, uno de los escultores oficiales del III Reich, que adornaban la entrada de la Cancillería de Hitler en Berlín, y que habían desaparecido tras la caída del muro.

Un año después, Brand ayudó a recuperar cinco obras de pintores flamencos del siglo XVII y XVIII, robadas por un grupo de criminales en Ucrania.

En noviembre, tras una búsqueda del tesoro de varios años, permitió que las autoridades chipriotas recuperaran un mosaico bizantino excepcional, fragmento de uno de los frescos robados en las iglesias de Chipre tras la invasión turca en 1974.