Un hombre de 33 años vomita 60 veces al día debido a una rara enfermedad gástrica en Reino Unido.
Matthew Pascoe fue diagnosticado con gastroparesia en abril de 2018 tras pensar equivocadamente que había contraído un virus, consigna Daily Mail.
El sujeto, quien también es diabético tipo 1, vomitaba tres o cuatro veces al día en el inicio de su enfermedad, e incluso llegó un par de veces a urgencias tras deshidratarse.
Sin embargo, durante los siguientes seis meses el hombre comenzó a deteriorarse y para los expertos resultaba difícil obtener respuestas, ya que investigaban si se trataba de una úlcera estomacal o una ruptura de apéndice.
Hombre vomita 60 veces al día debido a rara enfermedad
Su peso cayó drásticamente en seis meses, y lo peor era que seguía vomitando hasta 60 veces al día.
Luego de meses los médicos pudieron dar con su raro diagnóstico, el cual detiene el movimiento de los alimentos desde el estómago hacia el intestino delgado, lo que impide que los pacientes digieran la comida, cause dolor abdominal y en el caso del sujeto, que vomite varias veces al día.
Según Clínica Mayo, la gastroparesis es una afección en la que los músculos del estómago no trasladan los alimentos como deberían hacerlo para su digestión.
El movimiento del estómago, llamado motilidad, se hace más lento o es inexistente, lo que impide que el estómago se vacíe como corresponde, explica el prestigioso sitio de salud.
“Ha habido días en los que he estado postrado en cama porque el dolor es demasiado como para funcionar como un ser humano normal. Mi estómago está esencialmente paralizado”, confesó el sujeto.
Neuroestimulador gástrico
Luego de meses, en mayo de 2019 le colocaron un dispositivo llamado neuroestimulador gástrico, el cual actúa como un motor artificial para su sistema digestivo.
Este envía pulsos eléctricos leves al estómago para ayudar a controlar las náuseas crónicas y los vómitos causados por la gastroparesia.
“Cuando el estimulador funciona, todo es mucho más manejable. Siempre amé la comida, y al tener el estimulador pude volver a interesarme en la comida“, confesó.
“Actualmente, solo consumo sopas, pero pronto serán batidos nutricionales y una sonda de alimentación. Por primera vez en dos años, pude comer una comida. Volví a estar de pie, con color en el rostro, y estaba subiendo de peso poco a poco”, confesó el sujeto que debe volver a renovar la batería de su dispositivo para seguir con vida.