Las manos fueron halladas en Avaris, la antigua capital de los hicsos, un pueblo extranjero que dominó el Antiguo Egipto. El estudio sugiere que la práctica de remover estas extremidades fue replicada por los egipcios.

Un grupo de investigadores sugiere que las doce manos derechas mutiladas que fueron encontradas en un antiguo palacio de Egipto serían parte de una macabra práctica de “toma de trofeos” por parte de un pueblo extranjero, según se detalla en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Scientific Reports.

La docena de extremidades amputadas, 11 de las cuales pertenecen a hombres adultos y la restante presumiblemente a una mujer, fueron descubiertas en 2011 al interior de tres fosas separadas, en un palacio de la antigua capital hicsa Avaris, actual Tell el-Dab’a, ubicada en el delta del Nilo, al noreste de Egipto.

Los hicsos, un pueblo de origen extranjero que dominó el Antiguo Egipto durante cien años y hasta el 1580 a. C aproximadamente, habrían practicado la amputación de la mano derecha entre 50 y 80 años antes de que se registrara en los jeroglíficos de las tumbas durante el reinado del faraón Amosis I, quien expulsó a los hicsos de Egipto.

Manos cortadas de manera deliberada en Egipto

El equipo de arqueólogos austriaco-alemán a cargo de la investigación, el primero en analizar estas osamentas, cree que podría haber hasta unas 18 manos en la zona y que estas habrían sido colocadas deliberadamente en las fosas, con los dedos separados y sin rastros de los antebrazos.

“Después de quitar las partes adheridas del antebrazo, las manos se colocaron en el suelo con los dedos bien extendidos, principalmente en los lados palmares”, escribieron los especialistas.

No es posible establecer si las personas estaban con vida cuando se realizó la amputación de sus manos. Sin embargo, la evidencia sugiere que el desmembramiento habría ocurrido poco antes de una ceremonia, con cortes realizados con mucha con precisión para su presentación.

“Mutilar a las personas sin tener en cuenta su supervivencia suele hacerse seccionando el brazo en cualquier posición anatómica. Este método es más rápido y sencillo, pero deja una sección de la parte inferior del brazo unida a la mano”, explicaron.

“Si este era el caso de estas manos, las personas que las ofrecían, o los encargados de la ceremonia, se preocupaban lo suficiente por su correcta presentación como para desprender partes de la parte inferior del brazo”, añadieron.