El cuadro tiene un detalle que parece sacado de los tiempos modernos: una mujer encorvada que camina con los ojos aparentemente pegados a un teléfono. No obstante, la explicación al misterio es obvia.

Es difícil ignorar el omnipresente mundo de Internet y sus divertidas curiosidades. Y entre las muchas formas del pasatiempo favorito de los internautas de los últimos tiempos está la de encontrar significado en lugares donde aparentemente no lo hay.

Esto incluye imágenes pareidólicas, ilusiones ópticas donde se ven formas o figuras en objetos cotidianos, así como las teorías de viajeros en el tiempo que han aparecido en numerosas ocasiones.

Recientemente, ha resurgido una historia peculiar que involucra a Internet y al famoso cuadro “Los esperados” (Die Erwartete) del pintor austriaco Ferdinand Georg Waldmüller.

Al parecer, internautas desconcertados han notado que la mujer en el centro del cuadro parece estar caminando por un hermoso paisaje hacia un hombre que espera entre los arbustos sosteniendo un smartphone, en una obra que data de hace 162 años.

Esta aparente anomalía ha generado gran asombro entre los espectadores, quienes se preguntan cómo es posible que se hayan encontrado con una imagen tan extraña en una pintura tan antigua.

Pintura de 1860
DW

¿Un iPhone en una pintura de 1860?

En realidad, la respuesta a este acertijo no es tan complicada (como era de esperar), a pesar de que, desde la perspectiva actual, parece que la mujer del cuadro está consultando su iPhone mientras camina.

Así que la respuesta, que no requiere mucha ciencia, es bastante sencilla: la mujer sostiene un libro.

Esta no es la primera vez que ocurre algo así. Uno de estos casos fue cuando el gerente general de Apple, Tim Cook, visitó el Rijksmuseum de Ámsterdam y afirmó que un hombre en un cuadro holandés de 346 años de antigüedad parecía estar sosteniendo un iPhone.

El cuadro en cuestión es “Hombre entregando una carta a una mujer en el vestíbulo de una casa” de Pieter de Hooch, pintado en 1670.

El museo respondió a la observación de Cook, explicando que lo que parecía un iPhone era en realidad un medio de comunicación común en el siglo XVII: una carta (como bien indica el título de la obra).

El libro de Waldmüller y la interpretación moderna del cuadro

De acuerdo con expertos en arte, la mujer del cuadro de Waldmüller no está usando un iPhone, sino que lleva consigo un libro de oraciones. Según explicó a Vice Gerald Weinpolter, director general de la agencia de arte austrian-paintings.at, la mujer se dirige a la iglesia con el libro en sus manos.

Peter Russell, un funcionario jubilado del gobierno local de Glasgow, fue el primero en llamar la atención sobre este cuadro en particular después de verlo en el museo Neue Pinakothek de Múnich en el verano de 2017, según informó Vice.

Desde entonces, el debate en torno a la obra ha resurgido de vez en cuando en Internet y en los medios, lo que demuestra lo mucho que ha cambiado la sociedad y cómo nuestra percepción puede ser influenciada por los cambios en la tecnología y en nuestra cultura.

“Lo que más me llama la atención es hasta qué punto un cambio tecnológico ha modificado la interpretación del cuadro y, en cierto modo, ha sacado partido de todo su contexto”, afirmó Russell.

“El gran cambio es que en 1850 o 1860, todos los espectadores habrían identificado el objeto en el que está absorta la niña como un himnario o un libro de oraciones. Hoy, nadie podría dejar de ver el parecido con la escena de una adolescente absorta en las redes sociales de su smartphone”.