Will Jordan, un estadounidense que vivía en Reino Unido, conoció en el año 2000 a Mary Turner Thomson, una británica madre soltera. Su hija de 9 meses, producto de una relación fallida, era su mundo.
Cuando Mary y Will entablaron comunicación, fue de una forma hasta cierto punto sospechosa, pero no para la víctima en progreso.
El sujeto, entonces de 35 años, le escribía extensos correos electrónicos en los que le detallaba su vida. Se vendió como un libro abierto lleno de sufrimiento y a la espera de una mujer comprensiva. Mary, también de 35, era el blanco perfecto. Ella buscaba una pareja estable y un padre para su pequeña niña.
“Utilizó el tipo de técnicas que emplean los líderes de las sectas y los maltratadores, colmándome de amor desde el principio, antes incluso de que lo conociera”, dijo Mary, años después.
Sin embargo, antes de darse cuenta de toda la estafa-literal-que caracterizaba a su pareja, decidió unirse en matrimonio con él en 2002. Todo bien, según ella. Will era todo un maestro de la mentira.
Según este sujeto, sufría debido a su infertilidad. Poco después de casados, Mary quedó embarazada y nació su segunda hija (primera en su matrimonio con Will), siendo todo atribuido a un milagro para la pareja. Años después, vino su segundo hijo.
El sujeto era un esposo más, pero con un trabajo complejo que lo hacía ausentarse del hogar. Le dijo a su esposa que era un agente informático de la Agencia Central de Inteligencia de su país (CIA).
“Suena descabellado pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago”, relató Mary.
Sin embargo, el teatro y más que doble vida del estadounidense, cayó con una llamada telefónica de una tercera en discordia.
El desengaño de una vida feliz y monógama
2006 fue un año desastroso para una mujer que creyó haber encontrado el amor y una familia feliz con un extranjero.
La llamada de una mujer acabó de tajo con ese sueño. Al otro lado del teléfono, ella se presentó como “la esposa de Jordan”, madre de sus 5 hijos.
Era solo el inicio de la caída de un castillo de naipes.
Mary comenzó a indagar sobre lo que aparentemente pintaba como una doble vida de su pareja. Sin embargo, había una historia de bigamia, mentiras y hasta estafas en su contra.
“Me había estado diciendo mentiras descaradas. No solo tenía al menos seis hijos cuando lo conocí en el año 2000, sino que su mujer y la niñera estaban embarazadas de él”.
No sólo eso. Resulta que Will Jordan había falsificado su nombre para usar de forma indiscriminada varias tarjetas de crédito, al punto en que la esposa británica descubrió que acumulaba una deuda de más de 56 millones de pesos chilenos.
En otra ocasión la convenció de darle 250 mil dólares porque, producto de su trabajo como “agente de inteligencia”, un mafioso amenazó con hacerle daño a los 3 hijos de estos. Ella accedió.
Jordan no era un esposo abnegado y agente de la CIA. Era un delincuente sexual que había sido condenado por bígamo en Estados Unidos. Tenía cinco prometidas, dos esposas (Mary, una de ellas) y 13 hijos.
Cuando la policía ya le pisaba los talones a Jordan en su país, este le advirtió a su esposa británica, que la llamarían para alertarla, pero todo era un plan de “los malos”, no obstante, ella ya estaba enterada de su múltiple vida.
Decidió enviarlo a corte para que pagara por sus mentiras y estafa. Lo que vio en tribunales fue una figura muy distinta a la que se vendió como un sujeto inseguro y desesperado por dar afecto.
“Entonces supe que era un psicópata: parecía aburrido en la corte, como si le estuvieran multando por estacionamiento. Cuando fue sentenciado no hubo un atisbo de emoción. Sus ojos estaban muertos”, aseguró Mary, quien llevó su historia a un libro que tituló The Bigamist.
De hecho, su esposo había sido condenado en territorio estadounidense por abusar sexualmente de una niña de entre nueve y 13 años en 1997.
La publicación del libro, surgió de los momentos más oscuros de su vida, con el fin de compartir su historia con más mujeres que han sido engañadas por sujetos como Will.
El criminal, reincidente, fue enviado a prisión en el Reino Unido por ejercer la bigamia y por la estafa a una de sus esposas: Mary.
Un bígamo imparable
En 2008, la justicia británica deportó a William Allen Jordan a su país, a donde seguiría cometiendo más delitos de bigamia.
En los años siguientes, dos mujeres se comunicaron con la escritora Mary Turner Thomson, para contarle que fueron víctimas de Jordan.
Una de las estafadas era la enfermera Mischele Lewis de 36 años. Mary la ayudó a idear un plan para atrapar al sujeto en una conversación que quedó grabada, en la que este reconocía haberla estafado. Meses después, la prueba fue presentada ante una corte estadounidense, logrando la condena de Will Jordan a tres años de prisión, pero en 2017 obtuvo la libertad.
En tanto, Mary escribía su segundo libro denominado The Psychopath.
La escritora contaba con nuevos antecedentes del padre de sus dos hijos, que le permitían alertar desde otra perspectiva a las mujeres, para que no fuera blanco de sujetos “psicópatas”, como Will.
“En el último recuento (Will) tenía 14 hijos. Will Jordan nunca se detendrá. Es un psicópata sin capacidad para el amor y sin conciencia. Es un depredador y ponerlo en prisión no funciona. Todo lo que puedo hacer ahora es advertir a otras mujeres sobre él”.
El nuevo libro de Mary Turner Thomson, salió a la venta el pasado 1 de marzo.
