Un hombre de nacionalidad inglesa será juzgado este lunes por 37 cargos criminales en su país. El sujeto había caído en prisión años atrás por una serie de delitos contra la propiedad y sexuales, pero por el error de una corte quedó libre. En el lapso de dos semanas desató una “ola de crímenes”.
Joseph McCann fue encarcelado por primera vez en 2007, luego que un tribunal de Gales comprobara las violaciones de tres personas, entre ellas un niño, y el robo a la propiedad de un hombre de 81 años, a quien golpeó en el lugar.
Según detalla The Guardian, en ese momento se le impuso una “una sentencia indeterminada”, la cual es conocida como encarcelamiento por protección pública, en Reino Unido.
Esta modalidad estima que el sentenciado deberá estar encarcelado por un plazo mínimo de 10 años, hasta que una Junta de Libertad Condicional determina que ya no representa un peligro para la sociedad. De esta forma, quedó en libertad en marzo de 2017.
No obstante, McCann fue detenido nuevamente en agosto de ese año. Esa vez se le acusó por los delitos de robo y hurto; determinándose que pasaría dos años tras las rejas.
Pero el sujeto pasó sólo 18 meses en prisión (1 año y medio) y se le dio la oportunidad de salir en libertad condicional, por lo que tenía que la correspondiente junta carcelaria diera el visto bueno a la determinación.
No obstante, McCann no asistió a esta reunión el 15 de febrero pasado, por lo que las autoridades no supieron que años atrás había estado sentenciado por violaciones y había sido condenado por sentencia indeterminada.
Fue así como él quedó en libertad sin que todo su prontuario fuera conocido por la mencionada Junta de Libertad Condicional, situación que fue catalogada como un error administrativo grave.
Dos semanas de terror
Antes de ser detenido en mayo de este año, McCann cometió las violaciones de ocho personas. Estos ataques se concretaron en las dos semanas finales del mes de abril.
Según narra BBC, el sujeto esperó cerca de dos meses antes de volver a delinquir. Sus ataques se registraron en las ciudades más importantes de Inglaterra, como Londres o Manchester.
Los crímenes fueron narrados por el fiscal a cargo en la última audiencia del viernes pasado. Allí se detallaron ocho violaciones hacia mujeres entre 17 y 25 años, un niño de 10 años y una mujer de 71.
La seguidilla de ataques motivó a que la policía realizara una búsqueda nacional, la cual abarcó zonas urbanas y rurales de Reino Unido; incluso se fijaron recompensas en dinero a las personas que entregaran información real.
La detención del hombre se produjo el pasado 6 de mayo y fue catalogada como cinematográfica: McCann fue detectado en un auto, con dos de sus víctimas, por una patrulla en las cercanías de Londres.
Se inició una persecución, la cual concluyó con un bloqueo que realizó la policía. En ese momento, el sujeto salió de su auto y comenzó a correr por una parcela aledaña.
Finalmente fue identificado por un helicóptero policial, el cual lo identificó arriba del un árbol, intentando huir de la policía.
El pasado viernes, Joseph McCann fue declarado culpable de 37 cargos judiciales y podría enfrentar hasta 33 penas de cadena perpetua. La sentencia se leerá en los próximos días.
