Sus rostros se perdieron para el mundo, pero ahora es posible ver el aspecto real de tres personas que murieron en la Escocia medieval.

La reconstrucción facial de tres personas que fallecieron durante el medioevo en Escocia, ha sorprendido al mundo de la ciencia y la tecnología.

En 1957, unos obreros que trabajaban en la bóveda de una cripta medieval abandonada en Whithorn (Escocia) dieron con un descubrimiento excepcional que dio lugar al desentierro de docenas de tumbas de miembros del clero y de ricos donantes del priorato medieval.

Ahora, más de 60 años después, arqueólogos de la Universidad de Bradford y otros especialistas, utilizando la ciencia forense y tecnología de reconstrucción facial en 3D de última generación, han recreado digitalmente los rostros de tres de estos esqueletos encontrados, “devolviéndolos” a la vida después de 700 años.

Proyecto Cold Case

En concreto, en el marco del proyecto Cold Case Whithorn, los expertos reconstruyeron a tres habitantes de Wigtownshire de los siglos XII a XIV.

Se trata de una mujer, un clérigo con labio leporino y paladar hendido y un obispo, quienes fueron enterrados en el Priorato de Whithorn, en la región escocesa de Dumfries y Galloway.

Los enterramientos de Whithorn tienen una enorme importancia arqueológica, ya que es considerada como la “cuna del cristianismo escocés”, el hogar de la comunidad cristiana más antigua que se conoce en Escocia, que estuvo ocupada ininterrumpidamente durante unos 1.600 años.

¿Cómo se hizo la reconstrucción facial de estas personas?

Christopher Rynn, antropólogo craneofacial y artista forense, aplicó el método forense de aproximación, reconstrucción y representación facial a los escaneos en 3D de cada cráneo, según explica el comunicado de prensa de la Universidad de Bradford.

“Esto implica el uso de profundidades de tejidos blandos faciales, musculatura esculpida individualmente para ajustarse a cada cráneo, y métodos científicos de estimación de cada rasgo facial, como ojos, nariz, boca y orejas, a partir de la morfología del cráneo”, dijo Rynn.

Para lograr este realismo extraordinario, Rynn recurrió también a la inteligencia artificial para reanimarlos, haciendo que se movieran, parpadearan e incluso sonrieran como si estuvieran vivos.

“No quería que estos rostros parecieran una escultura digital, así que cuando llegó el momento de los músculos, los esculpí en cera y luego los escaneé en 3D del mismo modo que el cráneo”, dijo Rynn en un vídeo de presentación del proyecto.

“Hice que pareciera una persona añadiendo texturas fotográficas, que es un proceso de selección de fotografías de varias personas diferentes que se parecen al modelo 3D y que luego se proyectan sobre el cráneo”, agregó.

“Es un reto imaginar cómo era la vida en la época medieval”

The Whithorn Trust presentó las animaciones durante el Festival del Libro de Wigtown el 30 de septiembre como una forma de revisar “el archivo arqueológico de la zona”, según BBC News.

“Siempre es un reto imaginar cómo era realmente la vida en la época medieval”, explica a BBC News Julia Muir Watt, directora de desarrollo de la fundación.

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“Estas reconstrucciones son una forma brillante de involucrarse en quiénes eran realmente estas personas de nuestro pasado, de su vida cotidiana, sus esperanzas y sus creencias”.

“Fue muy interesante trabajar con los cráneos uno al lado del otro porque uno de ellos, el del sacerdote con labio leporino y paladar hendido, es el cráneo más asimétrico en el que he trabajado”, dijo, por su parte, Rynn en el vídeo.

“El otro, el de la mujer joven, es el cráneo más simétrico en el que he trabajado”.