Google Maps le arruinó un escape perfecto a un asesino italiano, que permaneció 20 años en fuga... hasta que apareció accidentalmente en la aplicación de mapas y fue capturado.

Gioacchino Gammino es un mafioso italiano que fue sentenciado a prisión por asesinato, pero se fugó de la cárcel y permaneció desaparecido durante 20 años… hasta ahora.

Dos décadas más tarde, fue un peculiar enemigo quien lo delató: apareció accidentalmente en una imagen de Google Maps, en su función Street View, que capta imágenes en tiempo real de distintas ciudades del mundo para mostrar las calles en 360°.

El delincuente fue hallado en Galapagar, localidad de España, donde ha tenido una vida tranquila y relativamente exitosa en el rubro del comercio gastronómico desde 2002, sin que nadie lo reconociera hasta hace poco.

De acuerdo al periódico británico The Daily Telegraph, el hombre pertenecía desde los 80 a un grupo mafioso en Agrigento, localidad de Sicilia, Italia, el cual tenía una rivalidad con Cosa Nostra, la principal organización criminal de la zona.

La primera ocasión en la que fue detenido fue 1984, en el marco de investigaciones contra la mafia, y luego fue condenado a prisión por asesinato en 1995.

Esa vez también evadió a la justicia, pero en 1998 fue capturado: igual ocurrió en España, aunque esa vez se escondía en Barcelona. Extraditado a Italia, cumplió su condena en Roma hasta 2002, cuando huyó de forma definitiva.

Desde hace dos años que la policía estaba indagando su paradero y la imagen de Google Maps fue la clave que finalmente les indicó su paradero.

En Google Maps se elimina el rostro de las personas, pero la apariencia fue suficiente para levantar las sospechas. El sujeto se encontraba afuera de una verdulería llamada El huerto de Manu y este descubrimiento los llevó a una página en Facebook de un ya extinto restaurante, que se llamaba La cocina de Manu.

“Manu”, el dueño de ambas tiendas, resultó ser Gammino, quien había cambiado su nombre a Manuel. Una segunda fotografía, esta vez en la página de Facebook, confirmó la identidad.

Pese a los cambios que su apariencia ha sufrido con el tiempo, los policías lo reconocieron por una cicatriz que tiene en su mentón.