Ruth Hamilton, una canadiense de 66 años que vive en la ciudad de Golden, en el estado de Columbia Británica, se salvó de milagro de haber sido impactada por un meteorito que rompió el techo de su casa y cayó sobre su cama.

Eran las 11:35 pm del 3 de octubre pasado cuando ocurrió el inesperado evento. La mujer, que se encontraba profundamente dormida a esa hora, se despertó repentinamente y en estado de shock luego de haber escuchado lo que según ella parecía una explosión.

Hamilton pensó que algunos artefactos de una construcción o árboles a su alrededor podían haber caído sobre su casa. No obstante, fue cuando llamó a los servicios de emergencia cuando se dio cuenta de que tenía una roca gris sobre su cama, específicamente entre medio de sus almohadas.

Un meteorito en la cama

“Nunca he estado tan asustada en mi vida. No estaba segura de qué hacer, así que llamé al 911 y, cuando estaba hablando con el operador, volteé mi almohada y vi que una roca se había deslizado entre dos almohadas”, dijo Hamilton.

Según científicos, autoridades y otros testigos, esa noche se estaba llevando a cabo una lluvia de meteoritos sobre los cielos de la parte occidental de Canadá. Algunos afirmaron haber visto dos bolas de fuego y haber oído dos grandes estruendos.

Fue luego de que llegaran los agentes de policía, que ya habían sido notificados sobre estos ruidos, que se lograron dar cuenta de que lo que había aterrizado sobre la cama de Hamilton se trataba de un meteorito.

Investigadores confirmaron veracidad del meteorito

El objeto espacial, que tiene el tamaño similar al de un puño grande y pesa 1,27 kg, fue posteriormente analizado por Peter Brown, de la Universidad de Western Ontario, quien confirmó que se trataba de un meteorito “procedente de un asteroide”.

Brown agregó que las posibilidades de vivir una situación así son de una entre 100.000 millones.

Fuera del agujero que quedó en el techo de su casa, y que no pudo dormir en toda la noche, Hamilton salió totalmente ilesa del incidente y contó que lo único que hizo fue ducharse para sacarse el polvo producido por los paneles de yeso de techo.

“Estaba en estado de shock y me quedé sentada aquí durante unas horas temblando. Las probabilidades de que eso ocurra son muy pequeñas, así que estoy muy agradecida de estar viva”, afirmó.

El meteorito fue “prestado” por la canadiense para que los investigadores puedan analizarlo con mayor detalle. Sin embargo, Hamilton aseguró que quiere quedarselo, ya que cayó en su propiedad.