“Me siento en un capítulo de Stranger Things“. Con esa frase, la británica Bex Deen compartió en sus redes sociales un video en que muestra cómo un extraño animal se retuerce como un gusano para avanzar, con la diferencia de que este tenía cola, como un ratón.

La mujer oriunda de la ciudad de Portsmouth, Inglaterra, que se desempeña como corredora de propiedades, se mostró horrorizada al no saber qué era lo que andaba por el piso de su hogar.

“¡Un alien!… Oh Dios, esto es lo más asqueroso. Nunca he visto nada como esto. ¿Qué es?”, decía en sus videos, mientras continuaba asustada.

Y si bien continuó sus dichos con algunas bromas, su asombro persistía. “La criatura extraterrestre extraña vive en … Lo dejo deslizarse para unirse a sus amigos alienígenas donde sea que estén. Siento que estoy en un episodio de Stranger Things"”, aseguró, haciendo alusión a la serie de Netflix.

Más tarde supo que se trataba de una larva con cola de rata, también conocida por su nombre científico Eristalis Tenax, muy común en América del Norte y Europa.

Esta larva, generalmente, vive en lugares sucios y se alimenta de bacterias. Más tarde se convierte en un inofensivo mosco parecido a una abeja, pero sin aguijón para picar.

Según explica el sitio de entomología de la Universidad de Concepción, se trata de un insecto “de tamaño mediano a grande, desnudas o pilosas”.

“Los adultos andan frecuentemente en flores donde algunos son confundidos con abejas por su aspecto general. (Tienen) Colores vivos que pueden presentar franjas o manchas amarillas, crema, naranja sobre fondo azul o negro”, detalla.

Captura | Facebook
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Caso en Chile

A pesar de que es común que esta larva se encuentre en otras latitudes del planeta, un caso de infección miasis genital por Eristelis Tenax en Chile, publicado en el portal científico Scielo, llama la atención.

El estudio, realizado por profesionales del Hospital del Profesor de Santiago, consigna que las “miasis son infestaciones parasitarias de humanos o animales por larvas de mosca que infestan piel, tejidos necróticos y cavidades naturales”.

El caso de esta mujer de 27 años, dado a conocer en 2009, evidencia que previamente estaba sana, hasta que comenzó a sentir incomodidad en su zona genital. “Revisó su toalla higiénica encontrando en ella una larva de aproximadamente 2 cm de longitud. Una semana más tarde, mientras orinaba, nuevamente percibió dicha sensación y eliminó otro parásito de similares características”, explica el texto.

Más tarde los investigadores nacionales identificaron a la criatura en el “tercer estadio larval de la mosca Eristalis tenax“.

“La paciente, luego del hallazgo de los dos parásitos descritos, no presentó más molestias. Permaneció asintomática y sin eliminar nuevos parásitos durante un mes de seguimiento, asistiendo a controles semanales”, sentencia el estudio.